Mi tío Juan (Nijota), del que ya he hablado en alguna ocasión, escribió estos versos en casa de mis padres, posiblemente, y según la fecha, unos tres meses después de que yo naciera, durante la celebración de la Nochebuena de 1963. Encontré, por casualidad, el manuscrito dentro de un libro que le publicaron con su obra poética, pero me costó transcribirlo, así que lo escaneé y le pedí a mi padre que lo hiciera. He aquí el resultado, de gran valor sentimental para mi familia.
***
***
Yo, que llevaba dos años,
o quizá más, sin beber,
he claudicado esta noche
en casa de María Esther.
Claro que ella es mi sobrina
y me ha invitado a su hogar
y uno es propenso a rendirse
al cariño familiar.
Así que comí y bebí
muy bien y además de balde
gracias a Esther y a José
Antonio Pérez-Alcalde.
José Antonio es su marido,
y, sin ser adulador,
declaro que es un buen chico
y un buen aparejador.
Compartimos esta noche
esta magnífica cena
la familia que ha de estar
presente en la Nochebuena.
Una, mi hermana Celina
que vino de Venezuela
como madraza de Jaime,
que por algo es su abuela.
El otro, Carlos Armando,
que es un sobrino perfecto,
y además de buen fotógrafo
va a ser un gran arquitecto.
Después mi hermana Carmela,
habitante en el Toscal
y que pasa en el "Atlántico"
su jornada vespertal.
Después mi otra hermana, Lola,
pendiente de mi bebida,
y que hoy empezó a fumar,
lo cual es cosas suicida.
Y después mi hermana Herminda,
que con femenino acierto
nos ha ofrecido unos platos
dignos de un hotel del Puerto.
Después mi hermano político
el inquieto Carlos Schwartz
que anda siempre buscando
montañas que repoblar.
Y por último estoy yo,
de pequeños vicios lleno,
y mi sobrinito Jaime
un venezolano bueno.
NIJOTA
Santa Cruz de Tenerife, 1963
No hay comentarios:
Publicar un comentario