sábado, 17 de abril de 2010

CLUB DE CINE


La película escogida esta noche por Pacote ha sido "Cotton Club", de Francis Ford Coppola. Magnífica puesta en escena, una banda sonora espectacular y un casting de los difíciles de ver, con muchas caras de actores jóvenes hoy muy famosos. Esta película forma parte de mi particular memoria histórica, pues la estrenaron en el 84 cuando yo vivía en Las Palmas y estaba estudiando arquitectura. Recuerdo ir al cine Cuyás a verla una noche y salir emocionado, sobre todo, por la música.
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Historia: El Cotton Club fue un club nocturno de Nueva York que se mantuvo abierto durante la Ley Seca de los años 1920. Fue fundado en 1920 en Harlem, en el barrio negro de Manhattan, aunque generalmente denegaban la admisión a los consumidores afroamericanos. El club fue abierto por el campeón de los pesos pesados Jack Johnson, y el contrabandista y gángster Owney Madden adquirió el club en 1923 mientras estaba encarcelado en Sing Sing y cambió el nombre del local al de Cotton Club. Fue un club mítico en la época ya que era el escaparate de las principales novedades musicales, como Fletcher Henderson, Duke Ellington, Count Basie, Bessie Smith, Cab Calloway, The Nicholas Brothers, Ella Fitzgerald, Louis Armstrong, Nat King Cole, Billie Holiday o Ethel Waters. Los domingos eran frecuentes las "Celebrities Nights", a las cuales asistían de público personas destacadas de la política y la cultura, como Jimmy Durante, George Gershwin, Al Jolson, Mae West, Irving Berlin, Eddie Cantor, el alcalde de Nueva York Jimmy Walker u otras celebridades. El club estuvo cerrado brevemente en el año 1925 por la venta ilegal de licor. Volvió a abrir sin la constante presión de la policía. Madden volvió a ser encarcelado en Sing Sing en 1933, pero con el privilegio de que de vez en cuando las bailarinas y strippers podían acudir a deleitarlo.
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La película: Cotton Blub, 1984. Director: Francis Ford Coppola. Intérpretes: Richard Gere, Diane Lane, Gregory Hines, Bob Hoskins.
Nueva York, finales de los años 20. Owney Madden (Bob Hoskins) regenta el Cotton Club, donde se dan cita los personajes más selectos de la ciudad. Allí recalarán: Dixie Dwyer (Richard Gere), un trompetista en busca del éxito cuya suerte cambia de forma espectacular cuando salva la vida del gángster, Dutch Schulz (James Remar); Sandman Williams (Gregory Hines), un bailarín que sueña con convertirse en estrella y Vera Cicero (Diane Lane), la novia de Dutch Schulz, a cuya ambición, y a cuya vida puede poner fin la pasión prohibida que siente por Dixie.
La época de la "ley seca" ha sido reiteradamente reflejada en el celuloide con distintos resultados, pero siempre con esa espectacularidad propia del tiempo de Capone: de "Scarface, el terror del hampa" de Howard Hawks, pasando por "Al rojo vivo" de Raoul Walsh y llegando a "Los intocables de Elliot Ness" de Brian de Palma, muchas han sido las aportaciones cinematográficas dedicadas a esa "árida" etapa del siglo veinte.En este sentido, Coppola también se ha querido sumar a dar su visión personal de esos "turbulentos años veinte", con esta producción que destaca por su cuidada puesta en escena. La película, en su mayor parte, está impregnada en todo momento de un ritmo muy vivo, consecuencia, por un lado, de la continua utilización de la steadicam en muchas de sus secuencias, especialmente las rodadas dentro del propio "club del algodón", en donde Coppola se dedica a seguir a los distintos personajes en su deambular por el local.Y por otro lado, a la espectacular coreografía (donde destacan los números de claqué de los hermanos Hines) y que se acompaña de una excelente banda sonora, firmada por el siempre prolífico John Barry, en la que se combina swing, dixie, ragtime e incluso blues. Dentro del apartado de interpretación, cabe mencionar la presencia de dos jóvenes actores que triunfarán con el paso del tiempo: Richard Gere y Nicolas Cage. Gere que da sus primeros y breves pasos como bailarín (que le servirán posteriormente como carta de presentación para conseguir papeles en "Chicago", o la reciente, "Dance with me") y que, con un guiño cinéfilo, nos recuerda su papel protagonista en "American Gigoló" de Paul Schrader, cuando le confiesa a uno de los personajes femeninos, que en el pasado ha trabajado como "hombre de compañía". Y Cage, que aprovecha inteligentemente la oportunidad que le brinda su tío, para mostrar sus dotes interpretativas en su personaje de hermano de Gere.
En la parte final del filme, Coppola se permite realizar, una vez más, su ejercicio narrativo predilecto, y que no es otro que la utilización del montaje en paralelo. Es decir, alterna indistintamente secuencias musicales con otras de violencia, un procedimiento que ya utilizó en "El Padrino" con unos resultados muy efectistas.Aunque la película pasó sin pena ni gloria en el momento de su estreno y su rodaje estuvo plagado de problemas (Coppola y Robert Evans se llegaron a enzarzar en los tribunales por causa de la producción), es muy recomendable para los amantes del cine de gángsters y de la buena música.

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