He viajado muchas veces solo, o de esa manera o me quedaba sin viaje, así que la coyuntura era fácil de resolver. Normalmente viajaba en invierno y durante unos meses que a mis amigos les era imposible sumarse. La actividad diaria -pateos interminables, ojo avizor a lo que nos muestran las ciudades- llenaba las horas, aunque por las noches la cosa cambiaba: nadie con quién compartir lo acontecido.
Ahora, viajado y más viejo (más sabio dirían otros), disfruto si el viaje es compartido, como todo en la vida. Todo se multiplica, se disfruta mucho más, parece que hasta los colores brillan más, si cabe. Estos últimos días de viaje, que comenzaba el viernes pasado con un ♫ ¡Qué bien, nos vamos a Bilbao! ♪, Carmenchu, Tano, Pablo y yo comprimimos el tiempo para disfrutar a tope de lo que nos daba la preciosa y elegante -Tano dixit- ciudad como si de una aventura de Athos, Portos, Aramis y d'Artagnan se tratara.
De vuelta a la otra vida, la diaria, sólo nos resta decir ¡que nos quiten lo bailado! y organizar el próximo viaje. ¿O no?
"Los Tulipanes", Jeff Koons. Museo Guggenheim Bilbao.
Photo by Tano Savater.
No hay comentarios:
Publicar un comentario