...Era un hombre delgado, de facciones delicadas y fundamentalmente optimista, muy dado a creer en la gente, a menos y hasta que se demostrara que estaba equivocado; característica que, en conjunto, había de convertir su vida en un fracaso en términos mundanos. Era, en resumen, lo que podría denominarse un inocente, la clase de hombre que probablemente habría tenido más éxito si las circunstancias hubieran sido sólo un poco más fáciles.
"Mi vida". Golda Meir
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