¿Cómo se explica esa sensación de angustia en la boca del estómago? Todo escapa a tu control, ninguna pieza encaja, tu vida depende de tanto y de tantos que la desmotivación puede contigo. Nos queda, al menos, la música y la lectura; los perros, la luz y ese punto de optimismo que, como si fuera un fogonazo, aparece en el momento más inesperado, pero deseado, y que insufla aire al globo que nos eleva.
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