14.02.14, 7:00am. naukas.com
¿Cuál será el avance o descubrimiento de la ciencia que más va a cambiar el mundo en los próximos años?
Uso de microorganismos promotores del crecimiento vegetal (PGPR) y
bacterias fijadoras de nitrógeno en todos los cultivos.
Desde 1888, cuando Beijerinck obtuvo por primera vez un cultivo bacteriano
puro de un nódulo de raíz de leguminosa, ha pasado mucho tiempo. Sin embargo
aunque el negocio de los inoculantes (uso de microorganismos para mejorar
la productividad en los cultivos) no ha parado de crecer desde entonces, nuestra
capacidad de tratar plantas con este producto sigue actualmente limitada a una
variedad muy, muy pequeña de ellas. Aún así esta cantidad de inoculantes supone
un ahorro de miles de millones de dólares al año.
El uso de inoculantes en los cultivos supone una ventaja tanto para el
agricultor como para el medio. Para empezar, poniéndonos en el mejor de los
casos, un cultivo que sea tratado con una combinación de bacterias capaces de
fijar nitrógeno por un lado, y microorganismos variados con actividad PGPR por
otro lado, no necesitaría ser abonado ni fertilizado, y probablemente tampoco
requeriría de muchos plaguicidas.
Si tenemos en cuenta que la mayor parte del gasto que realiza un agricultor
se centra en abonar, fertilizar y tratar los cultivos, la presencia de estos
inoculantes, que no olvidemos son seres vivos capaces de cuidar de sí mismos,
supone un enorme ahorro y con ello la producción de alimentos a precios más
asequibles.
Lamentablemente, como decía, todas estas bondades tan sólo se aplican a unas
pocos cultivos. La independencia de abonos nitrogenados se limita casi
exclusivamente a plantas como la soja, los cacahuetes o la alfalfa entre otras
leguminosas. El otro grupo de ventajas que conseguimos con las PGPRs, aún está
en una fase inicial y la mayoría de las veces sólo conseguimos efectos
apreciables en ambientes controlados.
Sin embargo el trabajo con estos microorganismos avanza rápido, y seguramente
en los próximos años el uso y descubrimientos en este campo será exponencial
respecto al actual. La población humana no para de crecer y cada vez es más
necesario replantear el modo en el que producimos nuestro alimento. Por ello,
pienso que en un futuro no muy lejano el conocimiento que tenemos sobre estos
microorganismos, que mejoran la producción de alimento, nos permitirá usarlos en
todo tipo de cultivos independizándonos totalmente de abonos y fertilizantes, lo
que supondrá un salto tan importante como el abandono de los combustibles
fósiles en nuestros medios de transporte. Luego seguramente la biotecnología y
la mejora vegetal usando transgénicos le dará la mano a la ciencia de los
inoculantes, y entre ambas se logre un planeta con menos desnutrición y
ecosistemas contaminados por el abuso de fertilizantes y abonos.
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