Sabotaje en el corazón de Hollywood
Una web dedicada a destripar los secretos de los grandes estudios logra poner en jaque a las estrellas y Algunas de sus próximas películas.
ROCÍO AYUSO - Los Ángeles - 14/09/2011
Hasta ahora la labor de Anonymus, ese grupo de activistas informáticos que utiliza como rostro visible de su rebelión la máscara de Guy Fawkes que popularizó la película V de Vendetta, se centraba en secretos oficiales o de grandes empresas. Informaciones clasificadas a las que sus hackers podían echar mano. Su justificación: la libertad de información. Sin duda, podría ser un sustancioso guion de película si no fuera porque una nueva mano invisible acaba de apuntar al corazón mismo de Hollywood. Una nueva trama que, bajo el nombre de Hollywood Leaks, está dispuesta a destripar los secretos de la rentable maquinaria del cine. Sus ataques afectan ya a nombres tan destacados como Tom Cruise, Gerard Butler o Sean Penn. Y, si Hollywood Leaks cumple sus amenazas, su alcance se puede dejar notar a nivel económico.
Películas como El sexto sentido están entre las cincuenta más taquilleras de la historia gracias a que se supo guardar bajo llave el secreto de su trama. El mismo secretismo que ayudó a historias como Sospechosos habituales o Juego de lágrimas. Pero cualquiera de ellas se vería hoy amenazada y, probablemente, destrozada, si Hollywood Leaks logra su misión de sacar a la luz cualquiera de sus íntimos detalles. En su página, hollywoodleaks.com, las peticiones van más allá de las tramas de los guiones o las fotografías de los rodajes. Los hackers rastrean también teléfonos o direcciones personales de las estrellas para poder repartirlas entre sus seguidores. "No olvidamos, no perdonamos. Estate atento", reza su eslogan.
"¿Qué es lo que quieren? ¿Luchan por la honestidad? ¿O quieren dinero? No entiendo porqué les interesa Hollywood", ha declarado Melodye Korenbrot, al frente de una de las principales agencias de relaciones públicas de Los Ángeles. Aunque Hollywood Leaks actúa de forma anónima, sin revelar sus fuentes o su estrategias, la motivación es la anarquía, el lulz como le llaman en red. Hacerlo porque quieren, y porque pueden. Esa es la meta. Aunque también está su protesta contra una industria gigantesca (engloban cine, música y televisión) y sus luchas continuas contra la piratería.
Hasta la fecha, Hollywood Leaks ha logrado filtrar un guión preeliminar de Rock of Ages, el próximo rodaje de alguien con tanto poder (y control) en Hollywood como Tom Cruise. Películas como el remake de Footloose o Gangster Squad, de Sean Penn, también se han visto afectadas. Y en lo personal, Miley Cyrus ha visto su teléfono hackeado, lo mismo que la rapera Kreayshwan, que vio en la red fotografías desnudas suyas sacadas de su móvil mientras ella estaba en los premios MTV. Julianne Hough, en Footloose, o el exmarido de Jennifer Lopez, Criss Judd, también se han visto afectados de esta forma. Mientras que Gerard Butler vio su dirección personal divulgada a los cuatro vientos sin su permiso.
"No funcionará. No tiene sentido", afirmó el relaciones públicas Craig Greiwe, de ChadHudsons events. Sin cuestionar el poder de su adversario, Greiwe sabe que en Hollywood, además de talento, existe una gran dosis de control y grandes descubrimientos como fue la victoria en los Oscar en 2010 de En tierra hostil son fruto de campañas publicitarias tan controladas como millonarias.
Los embargos de información están a la orden del día, documentos que cualquier periodista tiene que firmar si quiere acceder a un gran número de entrevistas y en muchas de ellas el representante personal de la estrella permanecerá en la misma habitación con su cliente y el entrevistador para estar seguro de que la conversación no se desvía por territorios no deseados. En ocasiones, cada vez más numerosas -como es el caso de Madonna, Jaime Foxx, Brad Pitt o Reese Witherspoon- su presencia ante la prensa está acompañada además de una cohorte de guardaespaldas. Eso por no hablar de sets como el de Man of Steel (la nueva versión de Superman que rueda en estos días Zac Snyder), que además de estar cerrado al público tiene prohibido el uso de los teléfonos móviles entre sus trabajadores.
En el rodaje de Tron: Legacy el afán de control llegó tan lejos que los periodistas acreditados no pudieron grabar sus propias entrevistas. Es precisamente este afán de control lo que Hollywood Leaks quiere boicotear. O, al menos, así intentan justificarlo.
Pero algo no cuadra en su misión en una industria en la que los publicistas son los primeros interesados en filtrar determinadas informaciones. Como reza uno de los dichos más populares de Hollywood, lo importante es que hablen de ti, digan lo que digan. Facebook, MySpace, YouTube o Twitter están llenas de informaciones filtradas por los estudios, las estrellas y sus agentes. "Ni Kristen, ni Rob ni yo tuiteamos, así que no tenemos ese problema", confesó hace poco Taylor Lautner a este periódico en referencia a sus compañeros de reparto en Crepúsculo, Robert Pattinson y Kristen Stewart. Algo de lo que no puede presumir su colega en la saga Ashley Green, víctima también de los ataques de Hollywood Leaks. "Si creo que no llegarán lejos es porque Hollywood Leaks ya existe. Y se llama Nikki Finke", declara un especialista conocedor de una de las fuentes de información más utilizadas de la industria, www.deadline.com, que, sin ir más lejos, hace unos días dio luz a otra de sus filtraciones dando la primicia del próximo maestro de ceremonias de los Oscar, Eddie Murphy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario