Don Pasquale es una ópera buffa en tres actos de Gaetano Donizetti. Se la considera como la última de las grandes óperas bufas italianas. Fue compuesta cuando Donizetti había apenas sido nombrado director musical de la corte del Emperador Fernando I de Austria. Don Pasquale fue su ópera número 64 de las 66 que compuso. El libreto fue adaptado por Giovanni Ruffini del texto de la ópera italiana Ser Marco Antonio, escrito por Angelo Anelli. La intriga está inspirada en la Comedia del arte y los personajes de la pieza hacen eco directamente a los generalmente presentados en este tipo de comedia. Así, Don Pasquale se compara a Pantaleón, Ernesto al enamorado Pierrot, Malatesta al listo Scapino, en tanto que Norina representa a Colombina. Fue estrenada con gran éxito en el Théâtre Italien de París en 3 de enero de 1843. La acción se sitúa en Roma, a comienzos del siglo XIX.
Acto I
Don Pasquale es un anciano rico, que está enojado con su sobrino Ernesto, su futuro heredero, porque éste se niega a casarse con una rica y noble dama como desea su tío. El joven, en cambio, está enamorado de Norina, una viuda joven y simpática, pero de condición humilde. El tío decide desheredarlo, casándose él mismo, y a tal efecto ha pedido al doctor Malatesta que le consiga una esposa adecuada. Pero éste, amigo de Ernesto, urde un plan para ayudar a los dos jóvenes. Por tanto, el doctor propone a Don Pasquale que se case con su hermana Sofronia, doncella bella y pura, recién salida del convento. Don Pasquale acepta de buena gana y, para comenzar, echa de casa a Ernesto. En su casa Norina recita una palabras sobre el amor que le parecen cursis y de las que se burla destacando su actitud alegre y caprichosa ante la vida. Un criado le entrega una carta y ante la llegada del doctor Malatesta le pide que la lea. En ella Ernesto le cuenta cómo su tío lo ha echado de su casa y que por tanto sus planes de boda están en preligro. Malatesta le explica el plan que ha urdido y le pide a Norina que personifique a Sofronia, muy diferente a lo que ella es en realidad, debe hacerse la tonta, ser simple y tímida; de esta forma podrán organizar un matrimonio falso y después de la boda conducir a la desesperación a Don Pasquale.
Acto II
Ernesto, enterado del matrimonio y desconociendo los planes de Malatesta, se desespera y, deprimido, decide partir a tierras lejanas. Don Pasquale recibe la visita del doctor y la de la falsa Sofronia, que es Norina disfrazada; él se encanta rápidamente con la bella muchacha y quiere acordar el matrimonio immediatamente. En presencia de Carlo, primo de Malatesta y falso notario y del mismo Ernesto que ha vuelto para despedirse de su tío y que participa como testigo, Don Pasquale firma un contrato de bodas con el cual dona a la joven la mitad de sus bienes. Apenas es firmado el contrato, Norina cambia immediatamente su conducta, convirtiéndose en arrogante e impertinente. En seguida da órdenes y manda por toda la casa y se da a gastar alocadamente: redobla el salario de los sirvientes, ordena nuevo carruaje y caballos, proyecta grandes fiestas, hace llamar a sastres y joyeros, pero sobre todo, desdeña la afectuosa atención del marido.
Acto III
Don Pasquale está cansado de los gastos desmesurados de su mujer y de los continuos cambios en la casa. Exasperado prohíbe a su esposa que vaya al teatro esa noche pero consigue como respuesta un sonoro cachetazo. Por otro lado, Norina le hará creer que además tiene un amante. Desesperado pide ayuda a Malatesta, el cual pone rápidamente al corriente a Ernesto del plan en curso y le pide que colabore haciéndose pasar por el amante. El sobrino, escondido en el bosquecito del jardín de casa, canta una serenata a su bella amada y luego ambos cantan un dueto de amor. Don Pasquale, junto a Malatesta, sale del escondite desde donde observaba toda la escena y acusa a la falsa Sofronia. Ernesto, saliendo del escondite del bosque entra al jardín, seguido por Don Pasquale que le anuncia, para hacer enojar a su esposa y convencerla de irse, que podrá casarse con Norina y que ella será la nueva señora de la casa. En este punto le revelan la verdad, pero el anciano, aliviado de ser liberado de la terrible esposa, perdona a todos y bendice el matrimonio entre Ernesto y Norina.
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*Com'e gentil. Luciano Pavarotti
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