Tuve la oportunidad de ver la segunda parte de "Tron" este viernes, llamada "Tron Legacy". La primera, película del año 1982, la vi ya hace muchos años. Respondía a una época novelera, donde los ordenadores -aún llamados computadoras en España- empezaban a formar parte de nuestras vidas y se veían como algo extraño, lejano, complicado y hasta con un argot propio que muy poca gente dominaba. En la película se mezclaban dos mundos paralelos, el real y el del interior del ordenador, donde los programas, virus, etc., eran personas de carne y hueso.
Entonces, ¿qué necesidad había de una segunda parte de Tron en el año 2010? pues ninguna. Hoy las computadoras -llamadas ahora ordenadores, portátiles, miniportátiles, iphones, ipads, etc., etc., etc., forman parte de nuestra vida diaria tanto o más que la televisión, el Internet está en todas partes y es inconcebible entender nuestra vida y nuestro trabajo sin la informática. Todos dominamos el argot, de una forma u otra, y ya poco o nada nos sorprende. Y volviendo al bodrioTron, el guión es malo malísimo, ingenuo y hasta absurdo. Esta segunda película es completamente innecesaria. ¿Algo bueno? pues los efectos especiales, como no podía ser de otra manera, la música y algunas imágenes en 2D de la primera parte.
Resumiendo, otro bodrio, bien hecho, pero bodrio para olvidar.
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