Hoy me he levcantado con ganas de regalarme un libro. Uno no demasiado grueso que me sirva, por ejemplo, para llevarlo en la bolsa de mano en el avión, que no pese ni abulte demasiado. Ahora estoy sumergido en la lectura de "El quinto día" de Frank Schätzing, pero tiene 969 páginas y no es lo que podríamos denominar un libro de bolsillo cómo para viajar con él. Aunque también podría meterle mano a alguno de los tengo aún pendientes de leer, como "Flavia de los extraños talentos" de Alan Bradley o "La profecía Romanov" de Steve Berry. Aunque no sé por qué pero me inclino a comprarme el premio Nadal de este año, que tiene una pinta estupenda y además me interesa mucho el tema. Se trata del último libro de Clara Sánchez, "Lo que esconde tu nombre".
Un subyugante relato de terror sin efectos sobrenaturales, y es también, y ante todo, una absorbente novela sobre la memoria y la redención de la culpa. Sandra ha decidido retirarse a un pueblo de la costa levantina: ha dejado el trabajo y, embarazada, pasa los días intentando aplazar la decisión de qué hacer con su vida. En la playa conoce a un matrimonio de octogenarios noruegos que parecen la solución a los problemas de Sandra. Julián, un anciano que acaba de llegar de Argentina, superviviente del campo de exterminio de Mauthausen, sigue paso a paso las idas y venidas de los noruegos. Un día Julián aborda a Sandra y le revela detalles de un pasado que a Sandra sólo le suenan por alguna película o algún documental: horrores en blanco y negro que no tienen nada que ver con ella. Aunque el relato de Julián le parece a Sandra descabellado, empezará a mirar de una forma nueva a los amigos, las palabras y los silencios de la pareja de ancianos, sin darse cuenta de que el fin de su inocencia está poniendo su vida en peligro.
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