Siempre me gustó el LEGO, más que los mecanos, los soldaditos o los tanques, aunque recuerdo también con nostalgia el juego de química… Al final acabé siendo arquitecto y estoy seguro de la importancia que estas pequeñas piezas tuvieron al respecto. En este viaje me he traído como souvenir un Empire State de LEGO para montar. No tiene de altura ni siquiera la de un libro, pero ya encontró su lugar en la biblioteca.
Tengo pendiente un puzzle también del mismo rascacielos, esta vez en 3D, pero nunca encuentro el momento ni la tranquilidad para ponerme a ello.
Tengo pendiente un puzzle también del mismo rascacielos, esta vez en 3D, pero nunca encuentro el momento ni la tranquilidad para ponerme a ello.
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