martes, 9 de febrero de 2010

ÁNGELES Y DEMONIOS


No podemos –ni debemos- estar al margen de lo que ocurre en Oriente Medio, una vez acostumbrados a las noticias diarias sobre la interminable guerra de Irak, convertida ahora en guerra civil, o a los problemas políticos en El Líbano, por citar dos ejemplos únicamente. Lo que acontece en Gaza ha logrado que la comunidad internacional, casi al completo, se haya unido en su condena hacia la violencia de Israel contra el pueblo palestino. “El pueblo palestino”, premisa aceptada sin pensar, de forma automática.
Internet, que posibilita el acceso a una ingente cantidad de información sobre el tema, nos da la opción de ir más allá de lo que nos cuentan los periódicos, mayoritariamente defensores de la causa palestina, de la defensa de las declaraciones de las Naciones Unidas, de los llamamientos internacionales.
Antes de la partición de la región llamada Palestina, o lo que es lo mismo de la famosa votación de la ONU en 1947, en dos estados, uno israelí y otro palestino, el término “palestino” no se aplicaba tal y como hoy se hace; la aplicación a uno determinado es un término moderno, no histórico: todos los pueblos que habitaban esa zona, árabes, judíos, beduinos y algunos cristianos, eran palestinos, pero fue a raíz de la creación de Israel cuando se denomina a los árabes como palestinos, olvidando a los judíos o a los cristianos, que ya tenían un nombre propio para su pueblo. Se habla de Israel como un estado “artificial”, fruto de una resolución de la ONU, votada por los países integrantes, olvidando cómo han surgido países como Siria, Irak, Jordania Arabia Saudita, etc. Sólo hace falta ver un mapa para darse cuenta de las fronteras, trazadas con una regla por los imperios de la época. Como anécdotas que pueden ilustrar lo comentado podemos saber que hasta el año 1950, el nombre del periódico "Jerusalem Post" era "Palestine Post"; el diario de la "Organización Sionista Americana" se llamaba "Nueva Palestina", el Nombre de la "Compañía Eléctrica de Israel" era "Compañía Eléctrica Palestina". En la cultura destacaba la "Fundación Filantrópica Palestina" o la "Filarmónica Palestina". Todas éstas eran organizaciones judías. Así pues, antes de la fundación del Estado de Israel, el término Palestina no significaba nada relacionado con los palestinos de hoy día. Nunca ha existido, como tal, un pueblo llamado Pueblo Palestino, un idioma que hablen los palestinos. Ha existido, eso sí, un territorio poblado por judíos y árabes.
Antes de la creación del estado de Israel los países de Palestina, encabezados por Transjordania (Jordania a partir de 1950) soñaban con anexionar todos los territorios a sus reinos, de manera que estaban en contra, obviamente, de la creación del estado judío. Cuando empezó la guerra árabe-israelí del 48 (llamada así, nunca guerra palestino-is raelí, que es un término más actual) la posición de Transjordania, con el rey Abdalá (abuelo del actual rey) la cabeza, fue todo menos transparente; supuestamente los ingleses habían prometido al rey que la zona en cuestión pasaría a formar parte del territorio hachemita. Así pues, una vez declarada la independencia del Estado de Israel en 1948, los árabes se unen para invadir Israel. Comienza de esta manera la “Guerra árabe-israelí” del 48, llamada por los judíos “Guerra de la Independencia”, que enfrentó al incipiente estado contra tropas libanesas, sirias, iraquíes, egipcias y transjordanas, apoyadas por voluntarios libios, saudíes y yemeníes. Los árabe que habitaba en la zona (posteriormente conocidos como pueblo palestino) no aceptó nunca al estado de Israel y esta situación es la que ha llegado a nuestros días. A partir de este momento la historia es más conocida, habiendo ganado Israel todas las guerras que fueron aconteciendo. Los conflictos bélicos los podemos resumir así:

1. Guerra de la Independencia (Guerra árabe-israelí), 1947-1949
2. Guerra del Sinaí, 1956
3. Guerra de Seis Días, 1957
4. Guerra del Desgaste, 1968-1970
5. Guerra de Yom Kipur, 1973
6. Operación Paz para la Galilea, 1982

A estos conflictos bélicos podemos sumar las dos Intifadas (en hebreo: אינתיפאדה -también conocida como Intefadah o Intifadah-. Del árabe انتفض :"agitación, levantamiento”). La Primera Intifada em pezó en 1987 con la famosa "Guerra de las piedras". La violencia decayó en 1991 y tocó a un fin más completo (aunque no cesó totalmente) con las firmas de los Acuerdos de Oslo (13 de septiembre de 1993) y la creación de la Autoridad Nacional Palestina. Desde el 9 de diciembre de 1987 hasta la fecha de la firma de los citados Acuerdos, 1.162 palestinos y 160 israelíes murieron a resultas de los enfrentamientos de la Primera Intifada. La segunda, llamada también Intifada de al- Aqsa, empezó en septiembre de 2000 y fue terminada oficialmente en febrero de 2005. El 29 de dic iembre de 2008, el jefe del grupo chií libanés Hizbulá, Hasan Nasrala, hizo un llamamiento para una nueva intifada contra Israel, no solo en la Franja de Gaza sino también en el mundo árabe, y predijo la derrota israelí si lanza una ofensiva terrestre. "Llamo a una tercera intifada en Palestina y en todos los Estados árabes, ya que el objetivo de la agresión israelí es la resistencia a las aspiraciones palestinas". El 27 de diciembre de 2008, el jefe del grupo palestino Hamás, Jaled Meshal, también convocó una tercera intifada contra Israel. La invasión de Gaza por Israel nos deja un terrible número de muertos, unas imágenes impresionantes, un sabor de boca tan amargo que nos hace recordar lo terrible de las guerras, sean cuales sean. La fuerza de Israel, su potencia bélica, su ejército moderno, se emplea para reducir a la organización Hamás que controla la franja de Gaza. El presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas declaró: “Hablamos con Hamás y les dijimos ‘por favor, os lo pedimos, no pongáis fin a la tregua, dejad que la tregua siga, que no acabe’, y así podríamos evitar lo que ha sucedido”. Hamás, que el verano pasado asumió el control de la Franja de Gaza y abandonó el Gobierno de unidad con el grupo de Abbas, Al Fatá, puso fin la semana pasada a la tregua de seis
meses -o ‘Tahadiya’- acordada con Israel por mediación de Egipto.

Ni todos los palestinos son unos Ángeles ni todos los judíos unos Demonios. ¿Será entonces una cuestión de porcentajes? ¿cuántos judíos deben morir bajo los cohetes que Hamás lanza cada día contra las ciudades fronterizas de Israel para que se justifique la invasión? ¿cuánto deberá seguir Israel justificando su defensa?
Sería éste un buen momento para volver a ver películas como "Éxodo" o las más actuales "Munich" y "¡Oh,Jerusalén!".

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