Llego al trabajo cada mañana a las 6:45am; café y al despacho. La 1ª hora de trabajo es siempre la más tranquila: todo el edificio para mi, sin llamadas de teléfonos ni distracción alguna. Un poco de música (esta mañana oratorios navideños de J.S.Bach), las dos macetas regadas, la ventana cerrada (en invierno hace demasiado frío a estas horas) y al tajo. Enciendo el ordenador y ordeno ligeramente la mesa para empezar la labor del día. Hoy tengo programadas dos visitas de obra por lo que en media hora vuelvo a la calle. El resto del día en la oficina sentado, alguna reunión imprevista, y poco más. Mañana será el último día de trabajo antes de Navidad.
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