viernes, 18 de diciembre de 2009

UNA TARDE EN LAS CANTERAS


Comencé la carrera de Arquitectura hace ya algunos años, en la Escuela de Las Palmas, cuando aún en Gran Canaria no existía universidad. Yo conocía bastante bien la ciudad y me mudé allí un tiempillo antes de que comenzaran las clases, para recoger algunos muebles que había comprado tales como mi mesa de dibujo y mi banqueta giratoria, todo de segunda mano. Mi primera tarde en la ciudad, donde coincidí con Alicia, la que luego sería mi compañera de estudio en Tenerife, y una amiga suya de no muy buen carácter y a la que nunca he vuelto a ver (después de compartir un inter-rail por Europa), consistió en dar un paseo por la playa de Las Canteras y acabar viendo Mad Max, clasificada X en aquella época, por su violencia decían. Un joven actor australiano y desconocido, Mel Gibson, antes de volverse ultraconservador, antisemita, carca, etc., etc., etc. La primera de la trilogía sin duda es la mejor: menos efectos especiales, menos despliegue, mejor historia y guión.
Acabo de comprarme el DVD, ya un clásico del cine.

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