domingo, 22 de enero de 2023

SINFÓNICA DE BAMBERG

 

Volví anoche a la calatravada, para mi segundo concierto del 39º FIMC, en esta ocasión con la Sinfónica de Bamber, orquesta alemana con obras de (Obertura Leonora III. Op 72a), Stravinski (Concierto para violín en Re) y Dvorak (Sinfonía nº 9 en Mi menor, op. 95, del Nuevo Mundo).
Ante el fracaso que obtuvo la única ópera de Beethoven, Fidelio, éste redujo radicalmente la obra, reduciéndola a dos actos y compuso una nueva obertura (la conocida hoy como Leonora No.3) y la elevó de nuevo a la escena el 29 de marzo de 1806, esta vez con el título de Leonora. (Wikipedia). 
El concierto de Stravisnki, complejísimo de interpretar ¿y de escuchar? es de una genialidad indudable, y la interpretación de la violinista Patricia Kopatchinskaja fue espectacular. El Concierto para violín fue encargado por Blair Fairchild , un compositor, diplomático estadounidense y mecenas del joven violinista polaco Samuel Dushkin. Willy Strecker de B. Schotts Söhne , el editor de música de Stravinsky en ese momento (y también amigo de Dushkin), le pidió a Stravinsky que compusiera un concierto para Dushkin. Aunque Stravinsky se mostró reacio, citando que no estaba familiarizado con el instrumento, Strecker le aseguró al compositor que Dushkin consultaría sobre cuestiones técnicas. Stravinsky señaló en su autobiografía que la disponibilidad de Dushkin para tales consejos fue un factor en su realización del Concierto para violín. También buscó la opinión del compositor y violista Paul Hindemith , quien apaciguó los temores de Stravinsky, sugiriendo que su falta de familiaridad con el instrumento podría ayudarlo a encontrar nuevas posibilidades. Stravinsky se reunió con Dushkin en la residencia de Strecker en Wiesbaden y decidió seguir adelante. (https://hmong.es/wiki/Stravinsky_Violin_Concerto).
Por último ¿qué decir de la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvrak? Nada, o todo, según se mire. Es ésta una de mis obras favoritas desde niño pues mis abulos ponían el disco muy a menudo y yo pasé muchos años en su casa, tanto que acabé viviendo con ellos al volver de la universidad.
Una noche de música maravillosa y con un auditorio lleno.
Dvorak, *Sinfonía nº 9 en Mi menor, op. 95 (del Nuevo Mundo).

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