miércoles, 25 de enero de 2023

BODAS Y PREJUICIOS


En el cine o en la televisión, sobre todo si hablamos de Las Vegas, uno está acostumbrado a ver cómo en USA los contrayentes consiguen un certificado y los puede casar casi cualquiera; parece que es tan sencillo como conseguir online una autorización y listo: el colega de la infancia, el tío enrollado aquél, la amiga de la novia, etc. Una azotea cualquiera sirve como el mejor de los lugares. En España, ¡cómo no!, la cosa se complica. De entrada puedes escoger entre casarte por la Iglesia, en un Juzgado de Paz, en el Ayuntamiento o en un Notario (creo que no se me olvida ninguno). Ahora, escojas una opción u otra, prepárate para recopilar papeles y papeles. Certificados de nacimiento y de residencia, para empezar, para luego esperar a que asignen una fecha para el casorio. Más tarde, una vez resuelta la burocracia, dependiendo de si tienes el gen boda o no, viene la fecha y el casamiento en sí mismo: a) el sobrio, con un par de testigos, firma y listo o b) el bodorrio más convencional. También queda la opción c), la fuga, si te he visto no me acuerdo, pero ésta no la mencionaremos. Ya sea la opción a) o la b), lo mejor viene después: el viaje. Allende los mares si éste se precia. Lejos, mucho. Y sin cobertura, le must. Antes se habrá celebrado una comida con los amigos, por supuesto (tipo boda Pili y Juanjo, por ejemplo, o la que fue de Alicia y Tito, borrachos todos a las 6 de la tarde, por poner dos buenos ejemplos ilustrativos).

Miguel Bosé, *Más allá.

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