Diez claves que explican por qué dejarás de ver orcas en los
parques acuáticos
SeaWorld ha anunciado que no criará más orcas para sus
espectáculos. Es el desenlace de la campaña que empezó en 2013, y un paso más
hacia el fin de esta costumbre.
R. Pérez
Son rápidas, inteligentes y enormes. Las orcas son uno de
los animales que más admiración despierta en nosotros, a medias por su belleza
y a medias por su fama de hábiles asesinas. Por eso son la estrella de los
espectáculos que ofrecen muchos zoos y parques acuáticos del mundo. Con la
intención de acercar al público a estos grandes mamíferos marinos, se les
entrena desde crías para hacer trucos y piruetas ante una audiencia que aplaude
a rabiar a camibio de recompensas en forma de comida que les ofrecen sus
entrenadores.
Esto podría dejar de ocurrir muy pronto. Después de una
intensa campaña, iniciada a raíz del documental Blackfish, esta semana
SeaWorld, la mayor compañía mundial de explotación de parques temáticos con
mamíferos marinos, anunciaba que no seguirá criando orcas en cautividad y que
cambiará sus espectáculos por otro tipo de actividades.
Otros centros seguirán con toda probabilidad su ejemplo. En
España, solo Loro Parque, en Santa Cruz de Tenerife, organiza espectáculos con
orcas. La compañía mantiene un acuerdo con SeaWorld y tiene seis animales bajo
su cuidado, por lo que está por ver cuál será el futuro tanto de las orcas
como de estos espectáculos. Ante las crecientes protestas de los defensores de
estos cetáceos y la mayor concienciación de cuáles son los efectos para ellos
del cautiverio y el entrenamiento a los que son sometidos, es de esperar que
dejarán de ser objeto de espectáculo en un futuro no muy lejano. Estas claves
resumen los motivos.
1. SeaWorld y las orcas como espectáculo
SeaWorld es la principal empresa mundial de explotación de
cetáceos, con parques en Orlando y San Diego. En 2015, 22,4 millones de
personas visitaron sus parques, y recaudó 1.370 millones de dólares.
También tiene acuerdos con otros parques del mundo, como
Loro Parque, a los que provee de estos animales a los que cría en cautividad.
Según la organización Whale and Dolphin Conservation, hay 46 orcas participando
en espectáculos en este tipo de parques en Argentina, Canadá, Francia, EEUU,
España y Japón. De ellas, once fueron capturadas en libertad. Además, China y
Rusia tendrían otras once capturadas desde 2002.
2. Tilikum, una orca tristemente famosa
Casi 7 metros de longitud y 5.600 kilos. Tilikum es la orca
más grande que ha vivido en cautividad nunca y la que más hijos ha tenido en
ese estado: 13, de los cuales 10 todavía viven. Ha sido durante años el protagonista
de cientos de espectáculos en el centro de SeaWorld en Florida. Pero este macho
es famoso por motivos mucho más tristes.
Tilikum fue capturado en Islandia en 1983 cuando tenía
unos dos años, junto a otras dos orcas que fallecieron en cautividad. De allí
fue llevado a Canadá y después a Orlando, donde sigue viviendo a día de
hoy. En estos años, el animal ha estado involucrado en tres accidentes que han
causado víctimas mortales. El último de ellos tuvo lugar en febrero de 2010,
cuando enganchó por el brazo y arrastró al fondo de la piscina a Dawn
Brancheau, una de sus entrenadoras y a la que conocía perfectamente, causándole
la muerte.
Ahora, Tilikum está enfermo. SeaWorld anunció a principios
de este mes que el animal se encuentra en estado crítico a causa de una
infección pulmonar que no estaba respondiendo ante ningún tratamiento
veterinario.
3. BlackFish, el documental de la polémica
Estrenado en el Festival de Cine de Sundance en 2013, el
documental 'Blackfish' recoge la historia de Tilikum desde su captura hasta las
muertes en las que se vio envuelto, terminando con la de la Brancheau. La
película cuenta cómo el trauma de su captura y separación de su grupo
familiar, el acoso al que se vio sometido por sus compañeros de captura, los
años en los que pasó hasta 14 horas diarias confinado en tanques pequeños y
oscuros y la obligación de actuar por comida habría causado en el animal un
problema de psicopatía y agresividad que estaría detrás de sus ataques.
El documental tuvo mucha repercusión, iniciando una campaña
mundial para pedir a Sea World que dejase de criar orcas en cautividad y
de utilizarlas en sus espectáculos para el público.
4. Pacíficas en libertad, peligrosas en cautividad
Aunque se las conoce como ballenas asesinas, la verdad es
que las orcas no son ballenas ni son asesinas. Las orcas son cetáceos más
cercanos a los delfines que a las ballenas. En cuanto a su apodo, se debe a que
su fuerza, velocidad e inteligencia les convierte en depredadores hábiles y
versátiles.
A pesar de ello, desde los años 70 solo hay un ataque
documentado de una orca en libertad a un humano. Ocurrió en California, en
1972. En cautividad, la cosa cambia: desde esa misma época se han registrado
decenas de incidentes, cuatro de ellos con una víctima mortal. Tres de ellos
tuvieron a Tilikum como protagonista, y otro ocurrió con Keto, una orca que
vive y actúa en el parque acuático de Loro Parque, en Santa Cruz de Tenerife.
5. Más allá de Tilikum
Aunque Tilikum es el mayor exponente del problema, lo que le
ha convertido en la imagen de la campaña contra Sea World y la cría de cetáceos
para espectáculos, la polémica va más allá. El documental recoge los
testimonios de biólogos especializados que cuentan el daño que hace a estos
enormes e inteligentes animales vivir en las condiciones que se les imponen en
cautividad.
Las orcas viven en grupos y muchas están unidas de por vida.
En cautividad se les impone la presencia de otros ejemplares que pertecenen a
familias distintas
Por ejemplo, que las orcas son animales sociales que viven
en grupos grandes determinados por la línea matriarcal y muchas están
unidas de por vida. Desarrollan relaciones complejas hasta el punto de que
distintas poblaciones se comunican con 'dialectos' distintos. En cautividad se
les traslada de un lugar a otro y se les impone la presencia de otros
ejemplares que pertecenen a familias distintas y con los que los
enfrentamientos son habituales y pueden ser violentos, y muchas veces los
animales resultan heridos, ya sea por las peleas entre ellos o al intentar
huir.
Acostumbradas a nadar hasta cientos de kilómetros cada día,
viven en piscinas que son para ellas poco más que bañeras grandes: tendrían que
dar más de mil vueltas por la más grande de las que tienen en el parque de
SeaWorld para recorrer la misma distancia.
6. La campaña contra SeaWorld
Ya antes del documental, en 2011, el grupo animalista PETA
(Perople for the Ethical Treatment of Animals), junto con dos exentrenadores de
SeaWorld pusieron una denuncia judicial contra la empresa en la que argumentaban
que las cinco orcas atrapadas cuando vivían en libertad y entrenadas para
actuar en sus parques debían considerarse esclavas en lo que suponía una
violación de la decimotercera enmienda de la constitución de Estados Unidos. El
tribunal no les dio la razón.
Aunque el problema de las orcas en cautividad no es nuevo y
va más allá de Tilikum, el documental Blackfish que contaba su caso fue un
punto de inflexión en este asunto. Su estreno, y su posterior emisión en la CNN
despertaron una crítica pública feroz, promovida por grupos en defensa de los
derechos de los animales y secundada por muchos ciudadanos. Algunos artistas
cancelaron sus actuaciones en estos parques y la asistencia y recaudación del
público comenzaron a caer.
7. El factor económico
El factor económico ha sido determinante en este asunto.
Tras ver cómo sus ingresos aumentaban año a año desde 2010, en 2014 disminuyeron un 5,65%. Las visitas
al parque de San Diego cayeron un 12%, la bajada más pronunciada entre los 20
parques temáticos más visitados de Norteamérica. En julio de ese año terminó su
acuerdo con Southwest Airlines, que llevaba en marcha 26 años, y a finales de
2014, su CEO, Jim Atchinson tuvo que dimitir. La crisis de relaciones públicas
ya era una crisis empresarial completa.
8. La respuesta de la empresa
La tormenta alcanzó unas dimensiones tales que SeaWorld tuvo
que responder. Para empezar, en diciembre de 2014 despidió a más de 300
empleados, la mayoría del departamento de 'marketing', como paso previo a
preparar una ofensiva en medios de comunicación que contrarrestase la campaña
de desprestigio comenzada con el documental.
En marzo de 2015 lanzaban una iniciativa de 10 millones de dólares para
cambiar la imagen que el público se había hecho de SeaWorld: de parques de
entretenimiento en los que se explotaba a animales inteligentes y sensibles por
dinero a centros de conservación y estudio de estos mamíferos amenazados.
Anuncios en televisión y medios impresos y una web, llamada AskSeaWorld
(pregunta a SeaWorld) para "empezar una conversación con los consumidores
y darles un sitio donde obtener datos sobre SeaWorld, nuestros animales y los
cuidados de primera clase que les damos, y que así se formen su propia
idea".
9. SeaWorld no criará más orcas
Pero finalmente se rindió. Este jueves, la empresa anunciaba
en un comunicado oficial
que podrá fin a su programa de cría de orcas en cautividad, y que tampoco
capturará más ejemplares libres para sus parques. "Las orcas que hoy en
día están con nosotros serán la última generación que vivirá en los centros de
SeaWorld". También se acabarán los espectáculos circenses de trucos y
cabriolas.
La victoria no corresponde solamente a los activistas y el
público. En octubre del año pasado, SeaWorld pidió permiso a la Comisión de
Costas de California para acometer unas obras que ampliarían las piscinas donde
viven sus orcas. La Comisión se lo otorgó con la condición de que dejasen de
criar orcas en cautividad. En su momento la compañía prometió recurrir la
decisión en los tribunales.
10. Qué hacer con las orcas ya cautivas
El dilema ahora es qué hacer con las orcas que ya viven en
cautividad en los parques de SeaWorld. Acostumbrados a vivir en grupos pequeños
y rodeados de humanos y en lugares reducidos es poco probable que los
animales lograsen adaptarse a la vida en libertad y sobrevivir.
Vivirán sus vidas en los hábitats de que disponen los
parques, donde seguirán recibiendo un cuidado de la más alta calidad basado en
los últimos avances
SeaWorld seguirá acogiendo a los animales que ya tiene, pero
creará nuevos programas que permitirán que "las orcas sean orcas"
manteniendo comportamientos similares a los que tienen en la naturaleza.
"Vivirán sus vidas en los hábitats de que disponen los parques, donde
seguirán recibiendo un cuidado de la más alta calidad basado en los últimos
avances en medicina veterinaria marina, la ciencia y las mejores prácticas
zoológicas".
En esos nuevos entornos, se celebrarán otro tipo de encuentros
del público con los animales, "nuevos e inspiradores" en vez de
"teatrales". Comenzarán a realizarse en 2017 en el parque de San
Diego y les seguirán el de San Antonio y el de Orlando.
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