Volvemos a trabajar, un pequeño edificio en la capital y una reforma de otro al lado. Qué bueno, un proyecto que nos devuelve a los tres a nuestras raíces: Alicia, Félix y yo compartiendo dos tés y un café, hablando de cómo repartirnos el trabajo, las dudas que han ido saliendo, materiales, del futuro... Al terminar la reunión me acosté un rato, estaba rendido. Llevaba ayer en pie desde las 4 de la mañana -Augusta está durmiendo poco últimamente y escucharla deambular sobre el suelo de madera no me deja dormir, por lo que termino bajando, abriendo la puerta del jardín y sentándome en el sillón de la biblioteca a leer un rato-, y a las 7 de la tarde ya me había quedado sin fuerzas. Dormí una horita, no más, para sentarme después a ver un capítulo de la 4ª temporada de Breaking Bad que se hace más oscura y siniestra a medida que avanza la serie hacia su desenlace. A las 9:30 ya estaba en la cama de nuevo.
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