Se llama Nemo 33, tiene 33 metros de profundidad –se veía venir– y está en Bruselas (Bélgica). Dentro, cuenta con algunas cuevas, porque está pensada para entrenamiento de buceadores y espeleobuceadores. La zona con forma de tubo que ves en la foto tiene seis metros de diámetro, y la piscina completa alberga 2,5 millones de litros de agua. La obra, por su complicación, duró desde 2000 hasta el año 2008.
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