Los grandes asesinos de los Océanos
ECOOCÉANOS. ECOLOGÍA Y COOPERACIÓN
Miércoles 23 de agosto de 2011
El pasado 17 de agosto fue noticia de portada en infinidad de medios de comunicación (incluido televisiones), la muerte de un turista británico por ataque de tiburón en plena luna de miel. El periódico Clarín (Argentina), tituló la noticia: "Un tiburón asesino acosa las paradisíacas islas Seychelles". Nos podemos imaginar el horror que esto causa en la opinión pública. Pero, ¿es justo poner a los tiburones en el disparadero de los animales muy peligrosos, asesinos de hombres?
Curiosamente, si en cualquier buscador colocamos las palabras “asesinos de los Océanos” aparecen diferentes fotografías y textos alusivos a los tiburones, cuando sin lugar a dudas los grandes asesinos de los Océanos los podemos agrupar en una sola especie animal: Homo sapiens. Las alertas sobre la destrucción generalizada que le estamos haciendo al mar no hacen sino aumentar:
Los ataques de tiburones son noticias por la excepcionalidad de los mismos. La realidad, los fríos datos, demuestran que es casi imposible que el número de muertos por ataques de tiburón en el planeta supere la decena al año, y además con tendencia a la baja. En 2.010 se dieron 79 incidentes, de los que seis acabaron en fallecimientos. Los humanos aniquilamos una media de un millón de tiburones al año. Hay años en los que no ha muerto persona alguna por ataques de escualos, y por eso, precisamente, es tan noticiable el tema.
Pero ¿es justo causar esa alarma y seguir señalando a estos animales como enemigos públicos? Objetivamente, no. Si comparamos, por ejemplo, a los tiburones con las serpientes, los resultados son apabullantes: de las pocas unidades de fallecidos por ataques de tiburón pasamos a 125.000 fallecidos al año por ataques de serpientes. Es decir, las muertes causadas por los tiburones representan un 0,004% de las que causa las serpientes, mientras el pánico que sentimos por ambos grupos de animales es equiparable. Podríamos hacer decenas de estas comparaciones, incluyendo animales domésticos como perros, caballos, etc. El aspecto fiero de los tiburones y su mala fama nos hacen pensar erroneamente que es imposible que no sean feroces asesinos. Los ejemplos son múltiples, como este de un periodico digital mejicano, que no duda en achacar al tiburón blanco "cientos de muertes al año", lo cual es radicalmente falso.
Consecuencia de todo esto es la persecución implacable que seguimos haciendoles y el auténtico terror irracional que les seguimos profesando. En estos días, en Tenerife, tenemos dos ejemplos de estas dos cosas. El día 16/08/2011 un grupo de jóvenes capturaban una cornuda o pez martillo en la isla de Tenerife, y cuelgan su "hazaña" en youtube (ver debajo, a partir del min. 1,30). La euforia con la que celebran la muerte de tan magnífico animal, nos lleva a pensar que probablemente desconocen que es una especie protegida en el Catálogo Nacional de Especies Protegidas, por lo que su actuación podría ser totalmente denunciable.
Más lamentable aún es la alarma social que se ha montado por la aparición de un ejemplar de tiburón zorro (también especie protegida) en el Porís de Abona. El periódico Diario de Aviso primero informó que había sido capturado por pescadores (cuestión que parece no fue así) y al día siguiente, el Ayuntamiento de Arico sacó una aclaración negando que haya ningún tipo de peligro porque "no hay tiburones gigantes que merodeen el Porís por la noche".
Canarias es un lugar de una riqueza enorme de tiburones y otras especies de peces cartilaginosos. Probablemente haya más de 100 especies diferentes. Se desconoce prácticamente todo sobre sus hábitos, por lo que es más que probable que no sólo en el Porís sino en cualquier lugar de Canarias pueda haber cerca de la costa grandes tiburones de varias especies. Lo que si se sabe a ciencia cierta es que su peligrosidad es estadísticamente irrelevante y objetivamente insignificante.
¿Hasta cuándo tendrán que soportar los tiburones en Canarias y en el planeta la locura del miedo atroz que producen a los seres humanos y la barbarie de su persecución?
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