En el trabajo no tengo tiempo de nada y menos de leer el periódico, pero nada más llegar a casa me lancé a empaparme de las noticias de la guerra y hasta mi madre me contaba que la guerra se iba a terminar. Todos felices, hay tanta euforia y optimismo, a pesar de que será el domingo y aún quedan muchas horas, que se palpa el optimismo y la felicidad. Ojalá veamos e la gente saliendo a celebrarlo como hicieron al anunciar el fin de la 2ª Guerra Mundial o la creación del propio estado de Israel. El tiempo lo dirá, en este caso mañana mismo. Veremos si efectivamente hablamos del final del túnel o queda todo en buenas intenciones como las de Edmundo en Venezuela, de donde ya no se habla.
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