lunes, 19 de febrero de 2024

RECORRIDOS MÁGICOS (A SONG FOR THE LOVERS)

 

Tras una inesperada conversación a la hora del almuerzo sobre arquitectura, interesante a la par que surrealista, me quedé pensando en cómo ciertos elementos de una casa juegan un papel tan importante en su funcionamiento, el porqué de la necesidad de preservar la buena arquitectura y la impunidad generalizada al atentar contra ésta.
Pongamos como ejemplo este maravilloso edificio racionalista en Tel-Aviv, del que escribí hace unos días acerca de sus magníficas jardineras (¡gracias P!). He aquí el paradigma del Movimiento Moderno, amplias superficies horadadas, ventanales, luz y vegetación al servicio del espacio y del que lo habita. ¿Y la puerta de acceso desde la calle? Ésta se encuentra en la fachada principal que no es la de la entrada a la vivienda, que se encuentra en un lateral, invitando al morador a recorrer el jardín antes de alcanzar el interior. Mies utilizaba el espacio exterior como extensión del espacio habitado, básico es ya su "menos es más". El racionalismo no se entiende sin el recorrido, sin el fuera-dentro o viceversa, de ahí sus muros de cerramiento a poca altura y sus rejas poco tupidas. La propia arquitectura invita al viandante a que disfrute de su entorno, de su jardín, de su naturaleza, limitando la propiedad privada de manera sutil.
Muchas de las normativas pormenorizadas de los ayuntamientos han heredado esta premisa tan sencilla, muros bajos y rejas permeables para que los jardines de las viviendas formen parte del espacio libre de calles y avenidas. Ésta es una guerra perdida en España, a pesar de las normas; atesoramos la propiedad privada y la intimidad mal entendida tanto que uno se siente más feliz, más seguro, si lo rodean altos muros y vallas completamente opacas.
¡Qué gran placer pasear por una urbanización donde se ven los jardines que rodean las casas! Árboles, arbustos y flores, pájaros cantores, un banco bajo una enredadera, el sonido del agua... Cosas sencillas que iluminan el alma.

Casa Pérez-Alcalde (Casa de Estadística).
José Blasco Robles (1932), Santa Cruz de Tenerife.
Viviendas Sociedad Cooperativa de Construcción.
Domingo Pisaca (1933). Santa Cruz de Tenerife.
Casa Vega Pereira.
Miguel Martín-Fernández de la Torre (1933)
Las Palmas de Gran Canaria.
Richard Ashcroft, *A song for the lovers.

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