Egocentrismo es la característica que define a las personas que creen que sus opiniones e intereses propios son más importantes que las de los demás; incapacidad para desenmarañar esquemas subjetivos de la realidad objetiva y una incapacidad para asumir o comprender con precisión cualquier perspectiva que no sea la propia. (Wikipedia)
Hoy no quiero escribir, nada, ni una sola letra, no me siento con ganas ni con fuerzas ni suficientemente despierto para hacerlo. Los días pasan y mis fuerzas disminuyen a medida que la sobra del yo-yo se hace más alargada, ya ni la del ciprés. Nada sirve ya, nada importa ya, nada cambia ya. Todas las palabras han sido vanas, huecas; todo lo prometido, otrora deuda, se desvanece como vapor de agua en un día de viento.
Dar no significa nada, al contrario. Nada es suficiente, todo es susceptible de rebatir con un yo-yo. El yo-yo lo es todo, lo justifica todo, lo explica todo, lo resuelve todo; yo-yo es la respuesta a todas las preguntas, la panacea, la piedra filosofal, la espada Excalibur liberada, la varita de sauco, los dedos de Midas, el aletiómetro, el ojo de Sauron, los polvos de Campanilla, el Gran Hermano, el caballo del Cid, la Franja Aérea 1, el Ministerio de la Verdad, la nuevalengua: "Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza".
No voy a escribir, hoy no, porque dentro del Ingsoc no hay salida posible, no hay escape.
La solución la dio hace años la insigne Lola Flores, a la que Dios tenga en su gloria. Nuestra insigne filósofa patria nos dijo: ¡Si me queréis, irse! Nunca supimos la importancia ni entendimos en su medida tan sabias palabras. La solución al yo-yo es irse, no hay duda ya.
Lo he conseguido, me doy por satisfecho, no he escrito nada, hoy no.
Ahora, música sí, la necesito.
♫
Prokofiev, "Romeo y Julieta",
*Danza de los Caballeros.
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