martes, 11 de abril de 2023

UN PRÍNCIPE O UN DENTISTA

Trabajar como arquitecto, otrora maestro de obras, se ha convertido en algo que pocas palabras podrían definir, nuestro andar lo marcan los abogados, de una forma u otra. Para escribir una memoria, un escrito, una alegación o la lista de la compra, debemos leerlo todo con sumo cuidado, no dos veces sino cienes y cienes, no sea que la "doctrina", la "jurisprudencia" o el andar de la perrita contradigan lo expuesto, porque ahora la lógica ha muerto, o todo lo contrario, chi lo sa. Se ha llegado al absurdo de tener que cerrar el hueco de una ventana -a pesar del Génesis 1:3, Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz-, aunque no haya variado el volumen, porque ésta se ha colocado sin licencia y se considera ilegalizable por no-sé-qué fundamento jurídico; muerto el perro, se acabó la rabia, así que volvamos a la oscuridad.
El nuevo catecismo son las reglas de inferencia ponendo tollens y tollendo ponens, que no hay quien las entienda, pero así están las cosas. Qué tiempos aquellos donde se colocaba una piedra sobre dos dólmenes y todos tan felices. ¡Unka, unka!
La Cabra Mecánica, *La lista de la compra.

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