La cosa parece haber cambiado, afortunadamente. El viejo aforismo de lo que no se habla no existe parece haber pasado a mejor vida. De las enfermedades mentales poco a poco se habla más y su visibilización es un paso de gigantes para ayudar a aquellos que sufren este terrible mal, antes siempre en la soledad más absoluta.
Ayer se celebró el Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), organizado anualmente cada 10 de septiembre por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene el objetivo general de crear conciencia acerca de la prevención del suicidio en todo el mundo. El tema del DMPS 2022 “Crear esperanza a través de la acción”, refleja la necesidad de una acción colectiva para abordar este problema urgente de salud pública. Todos nosotros, familiares, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, profesionales de la salud, funcionarios políticos y gobiernos, podemos tomar medidas para prevenir el suicidio en la Región.
Quién ha tenido la desgracia de perder alguien cercano por un suicidio sabe de lo que se trata -el otro día conocí a un hombre que había perdido a su padre y a su hermana-, no quiero ni pensar lo que supondrá para unos padres, unos hijos, un familiar...
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