Qué poco acostumbrado estamos en Canarias a esta lluvia intensa que nos regala en esta ocasión la naturaleza. Si bien llegamos ayer de vacaciones, una semana ateniense que nos supo a gloria, allende los mares recibíamos noticias desasosegantes de la tormenta del siglo que se cernía sobre las Islas Canarias. ¡cierren ventanas y puertas! ¡no salgan de casa ni manden a los niños al colegio! ¡provéanse de pilas y velas!, clamaban. Nosotros nada podíamos hacer salvo preocuparnos; tormenta sí, Armagedón no, afortunadamente. Ha llovido insistentemente y esto le viene de maravilla al campo. En algunas zonas la cosa ha estado dura, sí, con desgracias materiales aunque no personales, aunque visto lo visto podría haber sido muchísimo peor.
Hoy continúa lloviendo, con fresco pero sin frío. Una mañana gris para mi vuelta de las vacaciones.
¡Ánimo, tú puedes!
♫
Melina Mercouri, *Te pedia tou pirea.
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