Si empiezo por hoy la cosa es fácil: trabajar. Quiero meterme de lleno -de hecho ya estoy en ello- en tres cosas pendientes que debo tener listas mañana por la noche. Las tengo en la cabeza, desordenadas pero ahí, ahora sólo hay que colocarlas en su sitio sobre el plano. Ayer fue al contrario, casi no paro en casa, pero terminé todo lo que estaba previsto. ¿No dices que bien está lo que bien acaba? Pues eso.
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