Burnout: consumidos por el trabajo
El síndrome de estar quemado (burnout) o del trabajador desgastado hace
referencia a aquellas personas que viven una situación de estrés continuado tal
en el trabajo que les desmotiva e incapacita laboral y socialmente.
Vanesa Fernández López, Psicóloga.
El burnout (o ‘síndrome de estar quemado’ o del ‘trabajador
desgastado’) es un síndrome relacionado con una respuesta de estrés crónico o mantenido en el
trabajo. Este síndrome va mucho más allá que el mero estrés laboral, ya que
supone una disminución de la capacidad de la persona para poner en marcha
estrategias de afrontamiento, lo que se relaciona con importantes repercusiones
para el trabajador y para la empresa. El burnout es más frecuente en las mujeres, en personas sin pareja o
con poco apoyo familiar, y durante los primeros años del ejercicio profesional.
Este último dato puede explicar por qué el porcentaje de burnout es mayor en
trabajadores jóvenes que en aquellos de más de 35 años.
Perfil del trabajador con burnout. Para el diagnóstico de burnout el paciente debe referir tres síntomas
básicos:
- Intenso agotamiento: sensación de falta de energía.
- Despersonalización hacia el trabajo o lo relacionado con el mismo entendido como desapego por el trabajo lo que puede dar lugar a comportamientos negativos e insensibles.
- Baja autoeficacia y sensación de falta de realización personal.
Todo ello, se asocia de forma frecuente con síntomas emocionales
como ansiedad, tristeza-depresión,
ira-hostilidad… También es frecuente la aparición de alteraciones del
comportamiento como el ausentismo laboral o los hábitos tóxicos. Finalmente, cuando el burnout es demasiado duradero aparecen secuelas
en nuestra salud física como pueden ser las cefaleas, el insomnio, los
trastornos gastrointestinales, etcétera.
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