Así es el pabellón de caza del Rey que costó 3, 4
millones de euros
LOC ofrece en exclusiva los detalles del pabellón, que
costó 3, 4 millones de euros. Patrimonio ha reconocido lo que costó esta
semana, después de que saltara la noticia.
ANTONIO MONTERO. Actualizado: 22/12/2013 20:06 horas
Como buen Borbón, es conocida la gran afición de
Don Juan Carlos (75 años) por la caza. A lo largo de su vida ha conseguido una
valiosa colección de trofeos y era un sueño para el monarca construir un
pabellón privado, donde reunirlos para mostrarlos a sus amigos más íntimos.El Rey hizo su ilusión
realidad y su pabellón de caza, situado a un kilómetro y medio de Zarzuela, se
empezó a construir en 2007, cinco años antes de su polémica cacería en Botsuana junto a Corinna, su amiga entrañable.
Entonces, la crisis todavía no había enseñado sus fauces y Patrimonio
Nacional se hizo cargo de los 3,4 millones de euros que
costó la obra, según confirmó este organismo, el jueves, a Europa Press. De
esta forma, corroboraba la información que el 'El Programa de Ana Rosa' dio
esta semana en Telecinco.
Ahora, LOC ofrece en exclusiva los detalles de este edificio que tiene
alrededor de 1.000 metros cuadradosen su planta baja y cerca de
700 en la planta superior. En este segundo piso, además, se construyó un
dormitorio. Una de las estancias más especiales es una sala acorazada de 200
metros cuadrados, a modo de armero, para la custodia de las armas del monarca
entre las que figuran piezas de Hollan Hollan, Sarasqueta, Winchester y otras
marcas de reconocido prestigio.En la planta inferior
hay alturas de hasta diez metros, lo cual permite la colocación de trofeos de
mayor tamaño como elefantes, rinocerontes o jirafas, reservándose otras
dependencias para los trofeos nacionales de venados, jabalíes, lobos, gamos o cabras montesas.
Aquí han sido llevados dichos trofeos que el Rey exhibía en el Palacio de Río
Frío y en otras fincas. Hay que apuntar que, entre estos, hay numerosos récords
de España y también internacionales.La elección del terreno
fue un punto muy importante, ya que no debía ser ni muy cercano ni lejano de su
residencia puesto que es sabida la aversión que la Reina tiene por la caza y
todo lo que implica. Este fue uno de los motivos de distanciamiento del
matrimonio, ya que Doña Sofía veía con disgusto las escapadas cinegéticas de su
marido.La jefa de obras de este
pabellón ha sido una mujer exigente y perfeccionista pero nada derrochadora, ya
que tenía en sus manos presupuestos del Estado. La
empresa encargada de su construcción fue Condisa, que pertenece al Grupo Ortiz,
cuyo consejo de administración en pleno, encabezado por su presidente Juan
Antonio Carpintero López, fue recibido en el Palacio de la Zarzuela por Su
Majestad con motivo del 50 aniversario de la fundación de la empresa en 2011.
Condisa trabaja fundamentalmente con organismos del
Estado entre los que destacan Patrimonio Nacional, el Ayuntamiento de Madrid o
el Ministerio de Hacienda y su labor fundamental consiste, según reza en su
propia web, en la «Rehabilitación y la Restauración
Artística de este Patrimonio con un perfil de profesionales capaces de
garantizar el mejor resultado. Equipos especializados en
distintas disciplinas comparten y combinan sus conocimientos para recrear el
espíritu que permitió la realización de esas obras en su tiempo». Sin embargo,
en esta ocasión todo es construcción nueva.Entre diez y 15
operarios trabajaron de forma permanente en la obra durante un año y medio. Todos
ellos tuvieron que firmar un documento de confidencialidad y someterse a los
controles rutinarios de seguridad. Incluso en ocasiones
tuvieron que «recluirse» en la obra «ya que el Rey iba a salir de caza por el
Pardo». Las partidas de los diferentes oficios oscilaron en precios de 40.000
euros hasta los 150.000 euros. Entre ellos se incluye la fontanería,
electricidad, carpintería, jardinería...En la obra se utilizaron
materiales de calidad y maderas de pino Oregón importado de USA o pino Suecia,
tratado con sales especiales para resistir la intemperie. Quienes conocen y
cazan con el Rey aseguran que "nunca ha pagado por cazar" y que "siempre
es un honor que el Rey cace en tu finca", como lo ha hecho
durante muchos años en las mejores fincas de España.Como es natural también
ha utilizado con asiduidad los paraísos cinegéticos pertenecientes a Patrimonio
Nacional entre los que destacan la Encomienda de Mudela, Los Quintos de Mora o el coto
Nacional de Selladores-Contadero, en el parque Nacional de la Sierra de Andújar. Un coto tradicionalmente
socialista en el que, según cuentan, un hijo de Felipe González llegó a cazar
con sus amigos en helicóptero, como también lo hacía su padre cuando era
presidente del Gobierno. Allí también cazó Alfonso Guerra, quien encargaba
disecar trofeos provenientes del Parque Nacional de Doñana.
En la taxidermia De Béjar, ubicada cerca del
Retiro, en Madrid, se disecó una cabeza de rinoceronte blanco abatido por el Rey en
África y cuyo
coste, incluidos todos los gastos, pudo ascender a cerca de 60.000 euros. Sin
embargo, el taxidermista oficial de don Juan Carlos siempre ha sido José Luis
Benedito Bruñó, fallecido en 2011. Se inició como profesional en 1978 y ganó la
plaza de taxidermista del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, seis años más
tarde. Su taller estaba ubicado en la calle Galiana de Madrid. Posteriormente,
se trasladó al municipio de Alcorcón. Era una persona de toda confianza del
Rey.El último regalo que ha
recibido de Su Majestad fue un exclusivo rifle de gran valor (dicen los expertos que de alrededor
de 150.000 euros) de la marca Westley Richard fabricado en Birminghan,
dedicado en letras de oro por el jeque Sheikh Mohammed bin Hamad Khalifa Al
Thani, actual rey de Catar y propietario del Málaga Club de Futbol. Se lo
regaló por su pasado cumpeaños. Quizás fue un regalo algo inapropiado por la
salud del monarca y su polémica cacería en Botsuana en abril de 2012.En cuanto a los amigos
cazadores del Rey en España, los más habituales son Alberto
Alcocer y Juan Abelló, con quienes han compartido innumerables jornadas de
campo y
confidencias. También el ganadero Samuel Flores y en el extranjero su
colaborador más estrecho es Mohamed Eyad Kayali, empresario de origen sirio
afincado en España y habitual compañero de cacerías del Rey Juan Carlos, al que
suele patrocinar en sus expediciones cinegéticas a lo largo del mundo como la
de ínclita cacería de Botsuana.
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