jueves, 19 de diciembre de 2013

ANOCHE SOÑÉ QUE VOLVÍA A MANDERLEY


Empieza así la novela de Daphne Du Marier Rebeca. Bueno, en la traducción que yo tengo, un ejemplar de mi madre de hace más de 50 años, empieza al revés: "Soñé anoche que volvía a Manderley...". Rebeca, la famosa novela y la más famosa, si cabe, película de Hitchcock, la cual me regalé anoche en casa. Después de celebrar el cumpleaños adelantado de uno de mis ahijados (como son gemelos realmente celebramos el de ambos hermanos, Pablo y Carlos), con sándwiches que ni se comieron, una tarta que no estaba a la altura de las circunstancias, un chocolate derramado y un poco de vino en buena compañía, volvió la tranquilidad a casa. Encendí el radiador y me acomodé en el chester a disfrutar de la película con Augusta y Octavia a mi lado. Como no bebo, el poco vino que probé me dio sueño y solo aguanté hasta la mitad de la película, así que hoy acabaré de verla. Es gracioso, de estas películas que uno ha visto tantas veces se pueden repetir los diálogos mentalmente mientras los dicen los protagonistas. Ahora, la cara da la Sra. Danvers si que no se olvida, imposible. 

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