Chapurreo
Este país es
cruel con quien se atreve a usar otra lengua sin un dominio perfecto. No nos
dañó tanto el mejorable inglés de Ana Botella como un mensaje cursi y
provinciano.
Guardiola quedó como un señor esforzándose en chapurrear alemán nada más llegar a Múnich.
Bruce Springsteen se metió en el bolsillo al público chileno este 11-S versionando a Víctor Jara en un precario
español. Sin embargo, España es cruel con quien se atreve a emplear otra lengua
sin un dominio perfecto. Fue ridiculizado Sergio Ramos y su “Morry crisma”,
como Aznar por un artificioso acento tejano, y ahora Ana
Botella es la mofa nacional con su “relaxing cup of café con leche”.
No fue por el discurso de la alcaldesa que perdimos los
Juegos. No hizo más daño su mejorable pronunciación que un mensaje cursi, ñoño,
provinciano. Mucho peor la surrealista rueda de prensa en que las respuestas no
casaban con las preguntas. Mucho peor el “no
listen the ask” del presidente del COE, al que sí cabe
exigir un nivel de idiomas como el de un diplomático (y muchas cosas más).
Quienes
criticaron, por ejemplo, el mensaje de Emilio Botín a sus inversores
leído con apuros quizás no se dan cuenta de cuántos negocios se cierran en las
ferias en un inglés básico y simplón que algunos llaman Globish. El mundo económico, siempre
más práctico.
Los políticos, sin embargo, quedan en evidencia
balbuceando al lado de deportistas muy bilingües. O cuando se les ve fuera de
los corrillos en las cumbres internacionales. Paseando por el jardín de Moncloa
con Chirac y Schroeder, Zapatero no sabía decir otra cosa de su antecesor
González que “every day
bonsais”. A Rajoy se le escapó un sarcástico “It's
very difficult todo
esto” delante de Cameron.
Sin embargo, Artur
Mas utiliza un inglés fluido para dirigirse a los medios
extranjeros, lo que ayuda a la proyección exterior que busca. Pero en ningún
idioma entendemos qué quiere decir sobre esa consulta cuyos detalles se guarda mientras algo se
mueve en conversaciones secretas. A los llanitos, al revés, se les entiende muy
clarito porque dicen no a España con ese bonito castellano que se habla en
Cádiz.
Botella dijo con deportividad que ella también se ríe de sí misma. Algunas
voces llaman a resistir al inglés como lengua franca de la globalización. No se
lo crean y esmérense con el idioma que manda. Aunque vean que nuestros
dirigentes se lían o se quedan mudos. Aunque no volvamos a acoger unos Juegos
ni ganemos nunca más Eurovisión.
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