Este fin de semana repusieron un programa de "Callejeros Viajeros" en Venecia, que miré con atención por si salía mi querido amigo Alejandro, como así resultó ser.
Creo haber contado en alguna ocasión mi segundo viaje a Venecia, invitado a la ópera "Las Bodas de Fígaro" por mi amigo Alejandro. Fue un viaje especial por muchas cosas y, aunque no conservo las fotografías, sí recuerdo algunas anécdotas sin desperdicio. Así, navegamos por la Laguna con tal mal tiempo que acabamos completamente empapados; empujamos un SMART por las calles venecianas, colocando tablas de madera bajo las ruedas, a medida que avanzábamos, hasta llegar al teatro; compartimos hotel con el director de la ópera y su bull terrier y hasta llevé la mantilla desde Tenerife que lució en la ópera la Condessa Rossina... Una tarde Alejandro nos llevó río arriba hasta la casa de un amigo Conde, dueño de la maravillosa Villa de Palladio "La Malcontenta", también llamada Villa Foscari. ¿Qué posibilidades tiene alguien de pasar unas horas en una villa de este maestro de la arquitectura? Pocas, de eso estoy seguro. Pues yo tuve esa suerte. Ya el paseo en barca, esclusas incluidas, desde Venecia, fue un placer. Al llegar a la villa estaban esperándonos los anfitriones en una de las terrazas, donde tomamos un cocktail de champán y vino blanco muy frío antes de pasar a una visita comentada por ellos mismos del palacio. Fue una experiencia realmente impresionante, y más si cabe para un arquitecto que había aprendido muchísimo con las enseñanzas de Palladio. Siempre se lo agradeceré a Alejandro, siempre el perfecto cicerone.
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Las Bodas de Fígaro, Mozart.
*Cinque, Dieci, Ventti...
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