Hans Werner Henze (Gütersloh, Westfalia, República de Weimar, 1 de julio de 1926 - Dresde, Sajonia, Alemania, 27 de octubre de 2012) fue un compositor alemán.
Estudió con Wolfgang Fortner y René Leibowitz, quien le introdujo en los círculos de la vanguardia alemana de postguerra. Al cabo de poco tiempo renuncia al serialismo, siendo repudiado por la élite compositiva alemana. En 1953 dejó Alemania, para residir en Italia alegando percibir en su país de origen incomprensión de su obra así como intolerancia con su orientación política de izquierda y su homosexualidad. Desde entonces vive en el pueblo de Marino en la región del Lazio italiano, si bien mantiene vínculos con la vida musical alemana.
Declarado marxista se hizo miembro del Partido Comunista Italiano, ha compuesto obras honrando a Ho Chi Minh y a Che Guevara. También compuso su Sinfonía n.º 6 sobre textos de poetas revolucionarios cubanos. Su música es muy variada en estilo, estando influida en distintos momentos por la atonalidad, la música italiana y el jazz.
Hans Werner Henze fue considerado uno de los mejores operistas vivos; ha realizado óperas en colaboración con libretistas de la talla de Ingeborg Bachmann y Wystan Hugh Auden. También es considerado uno de los mejores sinfonistas contemporáneos, gracias a su ciclo de diez sinfonías.
La labor de crítica política de Henze llegó a su cenit en 1976 con el estreno de la ópera We Come to the River.
En 1976, Henze fundó la asociación Cantiere Internazionale d´Arte en Montepulciano, Italia para la promoció de la nueva música, en donde estrenó su ópera infantil Pollicino en 1980. Desde 1980 hasta 1991 impartió una clase de composición en la Escuela de Música de Colonia, Alemania. En 1981 fundó los Talleres de Mürztal, en la región austríaca de Estiria, en la que también creó el Festival de Música Juvenil Deutschlandsberg en 1984. Finalmente, en 1988, fundó la Bienal de Múnich, un "festival internacional de nueva música teatral", del que fue director artístico.
En esta época, sus óperas volvieron a ser más convencionales, con ejemplos como The English Cat (1983) y Das verratene Meer (1990) basada en la novela Gogo no Eiko del escritor japonés Yukio Mishima.
Sus últimas obras, si bien argumentablemente menos controvertidas, continúan con su implicación política y social. Su Requiem (1990) consta de nueve conciertos de espiritual para piano, trompeta y orquesta de cámara y fue escrita en memoria del músico Michael Vyner, de temprana muerte. Su novena sinfonía, para coro mixto y orquesta (1997), incluyendo versos de la novela The Seventh Cross de Anna Seghers es una Mirada a la época más oscura del pasado de Alemania, en la que el mismo Henze vivió su niñez y adolescencia. Su más reciende éxito ha sido el estreno de la ópera L'Upupa und der Triumph der Sohnesliebe (2003) en el Festival de Salzburgo, basada en un cuento de hadas sirio.
La música de Henze ha incorporado el neoclasicismo, el jazz, el dodecafonismo, el serialismo y algo de rock y de música popular. Fue enseñado por el compositor alemán Wolfgang Fortner, y su Concierto para Violín (1947) demostró que podía escribir excelente música dodecafónica. No obstante, posteriormente, reaccionó en contra del atonalismo y su ópera Bouvelard Solitude incluye elementos de música de jazz y de la música popular parisina. Tras su traslado a Italia en 1953, su música se convirtió a un estilo más napolitano, con las texturas ricas y exuberantes de la ópera König Hirsch y aún más en la opulenta música de ballet que compuso para Ondine, (1957) del coreógrafo Frederick Ashton. Henze recibió mucho de su ímpetu para esta música de ballet de su temprano trabajo como director del ballet del Teatro Estatal de Hesse, en Wiesbaden.
Ondine es aparentemente clásica, pero contiene algo de jazz y, aunque la música de Mendelssohn y de Weber fueron importantes influencias, en buena parte recuerda a la música de Stravinsky, no solo del Stravinsky neoclásico sino también del Stravinsky compositor de La consagración de la primavera. Las texturas para la cantata Kammermusik son mucho más severas, no obstante, posteriormente Henze volvió al atonalismo en Antifone y después otros estilos mencionados más arriba volvieron a tener importancia en su música. Las consideraciones políticas determinaron en parte el estilo de Henze en distintos momentos de su carrera.
En 1995 Henze fue galardonado con el Premio de Música de Westfalia (que lleva su nombre desde el año 2001) y, en el año 2000, le fue concedido el Praemium Imperiale. El 7 de noviembre de 2004 Henze recibió un doctorado honoris causa en “ciencia musical” del Conservatorio de Música y Escuela de Teatro de Munich.
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Phaedra, Acto I. *Morning.
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