...y sin manchas es lo que leo en la revista que BINTER ofrece a sus pasajeros en los vuelos interinsulares. "Una piel sin manchas" ofrecen, a base de cremas y demás potingues, por supuesto con varias sesiones de láser. Habría que ver quién paga este reportaje en la revista, porque más que científico parece un panfleto de belleza tipo Corporación Dermoestética enseñando a unas tías increíbles que dicen sentirse gordas antes de tirarse a la piscina, para salir al final del anuncio diciendo mi marido está encantado con el resultado.
¿Y a qué viene todo este rollo? pues muy sencillo, yo tengo pecas, muchas, sobre todo cuando era más joven; en los brazos, en las piernas, en la espalda, en la cara... Mis pecas me gustan, forman parte de mi personalidad -es lo que tiene ser pelirrojo-, dan carácter a mis manos y son una herencia de mi madre, todo sea dicho. La foto que ilustraba el reportaje revistero es de una chica guapa con pecas (aquí la tienen escaneada). La chica de las pecas está serie y, junto a ella, otra tía sonriendo y ¡magia! con la cara blaaaaaanca como la leche. ¿Y qué tienen de feas las pecas? Pues yo reivindico las pecas, y a mucha honra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario