sábado, 13 de agosto de 2011

MORIR POR LA ÓPERA: I MASNADIERI

I masnadieri (Los bandidos) es una ópera en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto de Andrea Maffei, basado en Die Räuber de Friedrich von Schiller. Fue estrenada el 22 de julio de 1847 en el Teatro de Su Majestad en Londres.

I masnadieri (Los bandidos) Melodrama en cuatro partes con libreto de Andrea Maffei, a partir del drama “Die Räuber” (estrenado en Mannheim en 1781) de Friedrich Schiller. La ópera se represento por primera vez el 22 de junio de 1847 en el Her Majesty’s Theatre de Londres (hoy Covent Garden), con dirección musical de Giuseppe Verdi en las tres primeras funciones y luego Michael William Balfe. Los intérpretes de la premier fueron:
Massimiliano (conde de Moor) - bajo - Luigi Lablache
Carlo (hijo de Massimiliano) - tenor - Italo Gardoni
Francesco (hijo de Massimiliano) - barítono - Filippo Coletti
Amalia (sobrina de Massimiliano) - soprano - Jenny Lind
Arminio (chambelán de Massimiliano) - tenor - Leone Corelli
Moser (un sacerdote) - bajo - Lucien Bouché
De todo el reparto destaca Jenny Lind (1820-1887) que fue llamada en su época “el ruiseñor sueco” por su refinada técnica vocal.
La acción tiene lugar en Alemania, a principios del siglo XVIII.
PARTE I: Carlo, hijo mayor de Massimiliano de Moor, se ha revelado en contra de una sociedad que él cree hipócrita y tras una vida disipada durante su época de estudios, se ha hecho bandido. Desearía, no obstante, volver a casa, abrazar a su padre y encontrarse con su amada Amalia. Pero su hermano menor Francesco, le envía una carta falsificada donde Carlo puede leer que su padre reniega de él y le niega para siempre su perdón. Desesperado, Carlo se entrega con más ahínco aún a su vida al margen de la ley.
Francesco, en complicidad con Arminio, va a hacer saber a Massimiliano que Carlo ha muerto, con la pérfida esperanza de que esta fatal noticia haga morir al viejo, dejándole así como único heredero.
En el tercer cuadro, Amelia observa el agitado sueño de Massimiliano y piensa en Carlo de quién continúa enamorada. Aparece Francesco en compañía de un hombre desconocido (es Arminio disfrazado) y este hombre les da la noticia funesta de que Carlo ha muerto combatiendo en Praga y, antes de morir, le ha entregado su espada para que se la haga llegar al padre: sobre el acero está escrita con sangre la última voluntad del fallecido que no es otra que “Amalia habrá de casarse con Francesco”. Ante esto, Amalia se desespera y Massimiliano se derrumba.
PARTE II: Como nuevo dueño, Francesco celebra una ruidosa fiesta mientras Amalia se dirige al cementerio donde está enterrado Massimiliano. Aquí se la encuentra Arminio que, en sus remordimientos, la informa de que Carlo vive y Massimiliano tampoco está muerto, como todos creen. Amelia se siente inmensamente feliz pero esta dicha dura poco pues Francesco aparece, decidido a casarse con la joven, aunque sea en contra de su voluntad. Amalia se defiende llegando a quitarle la espada y amenazarlo con ella.
En un bosque cercano a Praga, en el campamento de los bandidos, aparece Carlo que ha liberado a uno de los suyos que estaba a punto de morir en la horca. Los bandidos celebran la heroicidad de su jefe pero este se muestra cansado de su vida delictiva. Unos compañeros anuncian que el campamento se halla completamente rodeado de soldados. Esto reanima a Carlo que parte rápido a combatir a la cabeza de sus huestes.
PARTE III: Amalia que se había alejado del castillo, se encuentra con Carlo. La pareja se abraza mostrando la inmensa felicidad que sienten. Enterado Carlo de las acciones de su hermano, está dispuesto a vengarse de inmediato.
Es de noche y los bandidos reposan en un paraje desierto donde se levantan las ruinas de una fortaleza. Carlo piensa en su amada y en la vida que está llevando que cada día le aleja más de ella. Quisiera morir pero ha de seguir viviendo para soportar las culpas que merecen sus fechorías.
Sigilosamente aparece Arminio con comida y bebida para Massimiliano que está oculto y encerrado en las ruinas del lugar. Al verse descubierto, Arminio huye y es el propio Carlo el que se acerca al viejo. Carlo reconoce en el viejo a su padre pero éste no reconoce a su hijo. Y así le cuenta la historia de sus desdichas: fue dado por muerto y cuando le llevaban a enterrar, se dieron cuenta de que aún estaba con vida; por eso fue recluido en esas ruinas y ha sobrevivido gracias a la ayuda de Arminio. Después de contar su historia, Massimiliano se desmaya. Carlo grita venganza, convoca a sus bandidos y les pide ayuda para hacer justicia: todos le juran fidelidad mientras se alejan en tumulto.
PARTE IV: Francesco ha sido objeto de terribles y amenazadoras visiones. Pide consuelo ante el pastor Moser que se niega a absolverlo de sus pecados. Francesco interrumpe sus plegarias ante la llegada al castillo de una amenazante multitud de gente.
Carlo se halla junto a Massimiliano que todavía no le ha reconocido. Aparecen algunos bandidos con la noticia de que no han podido apoderarse de Francesco porque ha huido. Otros traen prisionera a Amalia. Ésta al ver a Carlo, se arroja en sus brazos pero es rechazada con violencia: Carlo es un bandido y le es imposible amarla. Por eso y ante sus asombrados compañeros, Carlo apuñala a Amalia y se aleja para entregarse a la justicia. Massimiliano invoca la muerte.
***
*Tu del mio Carlo (Montserrat Caballé).

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