¡Magnífica! No puedo decir otra cosa, a pesar del sufrimiento de ver a unos pobres monos en la mesa de operaciones en el laboratorio de una compañía de investigación farmacéutica. "El origen del Planeta de los Simios" ("Rise of the Planet of te Apes") es ingeniosa, muy entretenida, con un guión inteligente y unos actores perfectamente bien escogidos (los malos, obviamente, tienen cara de malos y ejercen de ello, sean pilotos de aviones o sádicos cuidadores de animales). Los simios, sobre todo César, son los verdaderos protagonistas de la película y uno se encariña nada más empezar los primeros minutos.
Está todo tan bien hecho que uno no duda, en ningún momento, que se trate de simios de verdad. Además, como guinda del pastel, el marco donde se desarrolla es en San Francisco, la ciudad y el bosque de sequoyas Muir Woods, a las afueras de la ciudad. Las vistas desde la cúpula del centro de internamientos para simios son increíbles. Viendo películas como ésta no sé como alguien puede creer en el dichoso absurdo creacionismo.
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