domingo, 14 de agosto de 2011

CIUDADES DE SERIE (NY)

Extraído del estupendo blog: Quinta Temporada
Natalia Marcos

Hay series que tienen lugar en una ciudad y ciudades que dotan a las series de su propia personalidad, de un sabor diferente. Así es Nueva York, una ciudad de contrastes, de pasiones: o la amas o la odias. Ruido, velocidad, comida basura, tiendas, rascacielos, asfalto... La Gran Manzana sabe a hamburguesas, a perritos calientes, a pizzas, a tabaco, a alcohol. Sabe a riqueza y a pobreza. Sabores que contagia a las series que tienen como telón de fondo "la ciudad que nunca duerme".
.Nueva York sabe a café. Hay Starbucks por todas partes. Si no, que se lo pregunten a Liz Lemon y compañía. El número 30 del Rockefeller Center es el enclave de una de las sitcoms más celebradas de los últimos años, 30 Rock (Rockefeller Plaza). Como en la serie, los estudios de la NBC pueden visitarse, aunque Kenneth no vaya a ser vuestro guía. Una recomendación para seriéfilos: darse un paseo por su tienda.
Friends también tiene gusto a café neoyorquino, pero esos seis amigos preferían tomarlo en tazones tamaño XXL en el ficticio Central Perk. Los apartamentos de los protagonistas están ubicados en el bohemio Greenwich Village. Una de las esquinas más fotografiadas del barrio es la de la intersección entre las calles Grove y Bedford, el edificio en el que supuestamente vivían Monica, Rachel, Joey y Chandler. Y cómo olvidar aquel skyline, aquel paisaje urbano con las torres gemelas al fondo que solía servir de transición entre escenas, una imagen que, tras el 11-S, tuvo que ser cambiada.
Y si hablamos de comedias de situación, la cerveza es el sabor que suele acompañar a Ted, Barney, Lily, Marshall y Robin cuando van al Mclarens. En muchos de los capítulos de Cómo conocí a vuestra madre vemos a los protagonistas ir a diferentes lugares de la ciudad, que también aparece en algunos inicios acompañando a la voz en off de Ted.
Manhattan sabe a sueños, como los que tenían los chicos que iban a estudiar a la Escuela de Arte de Nueva York en Fama. O los que persiguen los protagonistas de How to make it in America intentando hacerse un hueco en el mundo de la moda en una Nueva York mucho más cercana a la realidad.
En la 'Guía de Mad Men: Reyes de la Avenida Madison' definen el sabor de su Nueva York como "una mezcla de pretzel, vermú y humos de tubos de escape". Han omitido el más importante, imprescindible: el tabaco (mejor el de Lucky Strike, claro). Aunque a primera vista lo pueda parecer, la Nueva York de los años 60 en la que vive Don Draper y en la que prueba el sabor de la victoria y, solo a veces, de la derrota, no es tan diferente a la de hoy en día. Si caminamos por Madison Avenue podemos imaginar cómo tenía que ser aquella época en la que las principales agencias de publicidad tenían su sede ahí.
La Nueva York de Mad Men también sabe a alcohol, como el que lleva el cóctel preferido de Carrie, Miranda, Samantha y Charlotte, el Cosmopolitan. La ciudad en la que viven las protagonistas de Sexo en Nueva York está fuera de las posibilidades de la mayoría de los mortales. Manhattan es también lugar para la frivolidad, para el lujo y para disfrutar de las fiestas y los restaurantes más exclusivos. La Gran Manzana está tan presente en esta serie que incluso se organizan tours por los lugares que frecuentan sus protagonistas.
Un toque de acidez es el que queda en la boca después de ver y escuchar a los neoyorquinos protagonistas de Seinfield. Sin embargo, esta ficción nunca se rodó en la ciudad de los rascacielos sino que, como explicó Juan Carlos Galindo hace poco en este mismo blog, la supuesta casa de Jerry Seinfield era en realidad un edificio de Los Ángeles.
Pero Nueva York también tiene un lado oscuro. Sabe a traición, a venganza, a ese regusto duro, seco y adictivo que dejan en el paladar series como Damages (Daños y perjuicios en España). Sabe a sangre en CSI Nueva York. Una ciudad oscura y en la que no puedes fiarte de nadie, próxima a la Gotham City de Batman. Un lugar por el que Los Soprano paseaban cuando alguno de ellos se acercaba, no sin cierto riesgo, a tomarse algo en el pequeño barrio de Little Italy.
La televisión incluso se ha atrevido a imaginar cómo será esta ciudad en el futuro. Más exactamente, New New York. La ciudad de Futurama fue construida sobre las ruinas de la Vieja Nueva York, la que hoy en día conocemos. Por ella se mueven coches voladores, robots, extraterrestres y algún humano.
Posiblemente, en el siglo XXX Nueva York no se parecerá en nada a la de Futurama, ni a la que conocemos hoy. Pero nos seguirá apasionando. Nueva York sabe a cine. Nueva York sabe a series.

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