Allá por el fin de los años noventa recibimos el encargo, desde Madrid, del proyecto del primer tanatorio de Tenerife, un edificio completamente destinado a estos menesteres funerarios, aislado, con varias salas, almacén de féretros, zona de exposición, varias salas de velatorio, cafetería, etc. Nuestro estudio, donde colaborábamos tres arquitectos y dos aparejadores, proyectó y construyó a principios de los dos mil el edificio que se conoce como "Tanatorio SERVISA", el nombre oficial, o el oficioso "Tanatorio de IKEA", por estar emplazado junto a la que fuera primera tienda de muebles suecos en la isla.
El edificio ha envejecido bien, algo más de veinticinco años se hacen notar; estamos contentos. Con algunos cambios poco afortunados en remates y decoración, el funcionamiento del mismo sigue siendo el esperado, alrededor de los dos grandes patios cubiertos, con las sales flanqueándolos; la capilla sigue flamante y los bancos de madera, tan pesados y cómodos como siempre; la cafetería, con el gran mural de Rosana Ara, rebaja la intensidad de la estancia en las salas. Un edificio del que nos sentimos orgullosos.
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