Ayer tuve tres noticias, tres, como las hijas de Elena, aunque en mi caso las tres eran buenas. Por fin van a vacunan a mis padres, también a los de una amiga y la gran mejoría de otro padre cercano. Tres buenas nuevas a las que asirme para olvidar las demás, feas, desagradables, de las que crean gran desasosiego. Estas últimas son las que te recuerdan que estás vivo y sufres, las mismas que, cuando no te asalta ninguna piensas something is wrong. Éstas sobre las que debes decidir si se convienten en la siguiente guerra o, por el contrario se dejan pasar; hay que ser selectivo porque mucha veces conviene más tener paz que tener razón.
Jueves, calima, Semana Santa covdiana por delante. Prácticamnete en abril ya, con el verano en ciernes, expectantes todos por ver si aumenta el ritmo de vacunación, si finalmente despega la economía y si lo que parece ser una pandemia bianual se queda finalmente en un terrible 2020. Aquí seguiremos para verlo, espero. Mientras, música, como no podría ser de otra forma.
♫
Mozart, "La Flauta Mágica". *O zitt're nicht.
No hay comentarios:
Publicar un comentario