2018 está resultando un año extraño, por un lago genial desde el punto de vista cultural, viajero, musical, literario... por otro terrible. El esfuerzo que debo hacer para intentar sobrellevar el trabajo me llega a superar, ya lo he contado en alguna ocasión. Este pequeño blog me sirve de válvula de escape, de catarsis, sólo sea para compartir y descargarme de alguna forma lo que me traigo a mi casa cada día. Lo irónico del asunto -lo comentaba con una amiga y compañera de trabajo esta mañana- es que el trabajo me gusta y creo que sirvo para él, pero igualmente me supera. La música y los libros se han convertido en el leimotiv de mi vida y lo agradezco; leer es un placer y escuchar música me transmite paz.
Tuve ayer la oportunidad de asistir a la presentación de la Temporada de ÓPERA DE TENERIFE 2018-2019. Fue un acto muy ameno y ágil y en él no sólo se expusieron los títulos a representar sino que se habló también de los entresijos de la temporada, anécdotas, cantantes, directores, orquesta y todo lo que envuelve las representaciones. Este año, además, se ha ampliado la oferta de descuentos en los abonos y rebajado ligeramente el precio de los mismos así como de las entradas individuales. Sirva esto para animarle a ir a la ópera, aunque no sean aficionados (hasta hoy). Estoy casi seguro que acabarán amándola como yo.
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