Pues sí, eso mismo, fantástico el concierto de la Sinfónica de Tenerife anoche en el auditorio de Santa Cruz, en esta ocasión la pieza fuerte era el concierto para violín de Sibelius, uno de mis favoritos. La orquesta a la altura a la que nos tiene acostumbrados, magnífica; el director estupendo y la violinista una maravilla. No se puede pedir más.
Después, al salir, pertrechado con un ensayo escrito por "incómodo" teólogo sobre los últimos Papas, me regalé un japonés para cenar antes de volver a casa en moto, adonde llegué finalmente congelado.
♫
Leonard Bernstein, *Candide Overture.
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