Hoy algo más animado que ayer, o con menos desasosiego, que ya es algo. Una corta conversación con un amigo de esas que animan, mucho trabajo como siempre pero con esa sensación de haberlo hecho bien -¡qué agradable es siempre ese regusto que queda!-, media hora de elíptica y otra media de lectura relajada antes de sentarme de nuevo un rato frente al ordenador.
El libro es una de esas pequeñas joyas fáciles de leer en cualquier momento a la par que algo exótica: una nueva novela de James Bond, La esencia del mal, escrita por Sebastian Faulks y publicada el 28 de mayo de 2008, celebrando el centenario del nacimiento de Ian Fleming, el creador del personaje.
Ahora sigo inmerso en el primer trimestre de la renta, escucho Superheroes de The Script y me dispongo a cerrar el kiosco para ver otro capítulo de la serie española "El accidente" que, por ahora, me ha enganchado.
Qué relativo es todo y cómo cambiamos con los años. Dónde ha quedado eso de correr para contestar una llamada de teléfono o estar pendiente por un programa de la televisión o esperar al cartero. Ahora tiro parte de la poca correspondencia que me llega, cribo el 90% de los correos electrónicos enviándolos a la papelera sin ni siquiera abrirlos y simplemente no enciendo nunca el televisor más que para ver alguna serie del pen drive o un DVD de ópera.
♫
The Scrip, *Superheroes.
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