Parece que Soria, el ex ministro de industria, el mismo que fue nombrado persona non grata en no-se-dónde, el que mintió a los españoles diciendo yo no tengo pero sí pero no es lo que parece, sí, ese. El que salió por la puerta de atrás, el mismo al que han criticado compañeros de partidos, ese mismo que se ha convertido en protagonista absoluto de las redes sociales desde el momento que se supo su intención de ser el nuevo flamante miembro del Banco Mundial, sí, sí, el mismito. El que ha protagonizado numerosas campañas para que no se le permitiera acceder a este sueldazo, a este puestazo. El mismo al que raudos han salido a defender los próceres del PP (excusatio non petita...). Pues sí, ahora proclama que renuncia al puesto (¡yo lo quiero, yo lo quiero!) por la "desproporcionada" utilización política por parte de los partidos (sic). Y se queda tan pancho, increíble. Sólo importa lo que los partidos políticos (el suyo el primero) han dicho, el resto de los españoles no, ni lo que se ha escrito en las redes, ni las campañas en contra del nombramiento, ni los ríos de tinta en los periódicos, radio, televisión, nada. Sólo importan los partidos, vaya una desfachatez.
Un ex ministro de un Gobierno, que además salió con más pena que gloria, famoso en el mundo entero, que diría la copla, no sólo por su impuesto al sol (palabra de New York Times) sino por haber matado las energías renovables en España, ha de ser doblemente honrado porque ese es el precio que se ha de pagar por ser un personaje público, bien pagado (mejor, bien pagá) y con su futuro económico asegurado (todos sabemos cómo se cuida en España a los ex). Y, como comentaba ayer, no sólo tiene que ser honrado sino parecerlo. ¿Que se le acusa de tener sociedades opacas? pues sí señores, si es legal ¡con un par! las tengo y se acabó, como digo tan ufana la simpaticona y campechana hermana del rey, el de antes. Por lo menos esta tía fue capaz de decirlo, ella lo sabe, a la familia real ni se la toca (a ver qué pasa con el del balonmano y la consorte, que estamos todos en ascuas). Pero volviendo al tema que nos ocupa, Soria, ex ministro, gran personaje de la política de la era Rajoy, sabiendo lo que se sabe de él, más bien podría desaparecer discretamente de la escena pública y dedicarse a sus labores profesionales, que no dudo en absoluto que sea un crack en ellas; labores que mejor no sean, digámoslo así, tan llamativas.
Como dice un proverbio chino: Si no quieres que se sepa, no lo hagas.
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