Caso real: me acerco a un McDonald's a cenar una hamburguesa de pescado hace ya algunos meses. Rauda se acerca una empleada a indicarme que no me acercara al mostrador sino que usara la pantalla táctil, todo muy fácil y cómodo. Le respondo no, gracias, prefiero el trato directo. Ella insiste extrañada con un ¡si es muy fácil!; debió pensar que yo era un pobre anciano torpe, supongo. Le contesté "si empezamos todos a usar estas máquinas a ustedes las despachan en un pis pas". Ella me miró de nuevo, esta vez con cara de ¡vaya un bicho raro! y se fue. Me atendió otra dependiente tan feliz. Me pregunto si habrá entendido mis razones.
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