Si ayer disfrutamos de un día soleado, a pesar de mi pequeño accidente al bajarme de la moto que me ha dejado momentáneamente cojo, espero, hoy lunes, día de fiesta, ha amanecido gris, como no podría ser de otra manera según Murphy y su famosa Ley. No saldré de casa hoy por varias razones, sobre todo porque quiero que mi dedo del pie se recupere para volver a coger la moto sin dolor; para ver alguna peli de esas entretenidas y clásicas como LOS DIEZ MANDAMIENTOS; dibujar un buen rato una reforma en la que ando metido con una estructura metálica un poco complicada y que requiere la reubicación de una escalera también metálica; ordenar el garaje recolocando, previa desinfección, las herramientas que utilizamos en nuestro periplo bombero de la semana pasada, etc.
Bueno, las fiestas navideñas ya se nos han echado encima y yo estoy desesperado por mis días de vacaciones, por poder dar una vuelta por la ciudad sin hora de vuelta, sin prisas, sin remordimiento. Aún no he visto La Laguna iluminada, cosa que espero hacer una tarde de estas.
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