lunes, 7 de julio de 2014

RECORDANDO A LOS REPRESALIADOS ISLEÑOS


Las ´memorias de contrabando´ de Alexis W
El artista herreño adelanta en Chueca las fotos de represaliados isleños de la Guerra Civil que traerá a Tenerife en septiembre.
Antonio Puente 07.07.2014 | 02:00

Este verano alcanza ya su exposición número 12 de La ventana indiscreta, colgada, para asombro de los viandantes, en una serie de balcones en la calle Pelayo, de Madrid, en el corazón de Chueca, siempre en coincidencia con las fiestas del Orgullo Gay.
El artista herreño Alexis W inició este proyecto en 2003, con la intención de trazar, a través de su teleobjetivo, "una crónica de la sociedad de principios del siglo XXI", explica, en una mirada monográfica, y casi siempre incidiendo en el contrasentido del hiperrealismo de los rostros ("lo más obsceno que tenemos", asevera) y el anonimato.
Memorables son, entre otras, las series que dedicó a la captación de gentes durmiendo en transportes públicos (la mayoría en los ferrys interinsulares canarios) o Las hetairas, bustos de prostitutas reales de Madrid.
La actual muestra (inaugurada la semana pasada y expuesta hasta el próximo día 17) son fotografías de personas represaliadas o desaparecidas en Canarias, durante la Guerra Civil, cotejadas, cada una de ellas, con el retrato de algún familiar en la actualidad, con los ojos vendados. "He querido representar la idea del fusilamiento con la venda negra en los ojos de sus descendientes retratados, sometidos así, alegóricamente, al disparo de la cámara, y apuntalando con su presencia la invisibilidad del cuerpo del desaparecido; es, también, un elemento iconográfico de la justicia en la cultura clásica", explica Alexis W.
Si con Las hetairas logró trascender la efímera duración de la exposición con un voluminoso catálogo, la muestra actual es el germen de una macroexposición, titulada Memorias de contrabando, y que, comisariada por él mismo y el documentalista Dailo Barco Machado, será inaugurada en el Centro de Arte La Recova, en Santa Cruz de Tenerife, el próximo 19 de septiembre.
Será una muestra interdiscipliniaria de envergadura, según explica el artista herreño, en que se abordará, desde diversas manifestaciones artísticas (pintura, fotografía, escultura, cine, música, poesía, bibliografía?), este negro capítulo de la memoria intrahistórica de las Islas. 
"La llamamos Memorias de contrabando por la secular oscuridad que se ha cernido sobre aquellos acontecimientos y secuelas de la represión franquista durante la Guerra Civil y la Dictadura. Como se trata de represaliados canarios, hemos querido convocar a artistas canarios de diversas generaciones y manifestaciones para abordar un tema que aún no ha sido suficientemente esclarecido", explica el fotógrafo herreño, residente durante muchos años en Madrid y, en los últimos tiempos, afincado en su isla natal.

"Si consideramos que el olvido de la represión forma parte de la represión, el testigo de la memoria es una necesidad que se transfiere de generación en generación, una memoria de contrabando", agrega Alexis W. "Esclarecer hechos tan singulares es, como diría Walter Benjamin, ´pasarle a la historia el cepillo a contrapelo´".
Una sala anexa al núcleo de la muestra, exhibirá documentales que tratan la cuestión, como Los mares petrificados (2012), de Miguel G. Morales, o variadas monografías realizadas por David Baute, como Hijas de la memoria (2013) o su serie de siete capítulos, sobre acontecimientos específicos de la Guerra Civil en las diversas Islas, La memoria silenciada (2004), compuesta por Los Salones de Fyffes (Tenerife), Los Sucesos de Sardina del Norte (Gran Canaria), Los Escondidos de El Hierro, El Fogueo de Vallehermoso (La Gomera), El Campo de Tefía (Fuerteventura), Los Alzados de La Palma y Una Guerra en el Silencio (Lanzarote), o también Tenerife (1932), del francés Ives Allègret, un documento social sobre la Isla en las antípodas de la postal turística, que fue muy valorada por los redactores de Gaceta de Arte.
La ventana indiscreta XII será, justamente, el núcleo de la sala central de la exposición, un total de quince imágenes, de 70 x 100, enmarcadas en cristal, que retratan a los familiares, y otras quince fotografías, en un mayor formato, de los propios desaparecidos, cedidas para la muestra por los respectivos archivos familiares.
El otro comisario de la muestra, Dailo Barco Machado, expondrá una videocreación a partir del remontaje de la película muda El ladrón de los guantes blancos (José G. Rivero y Romualdo García de Paredes, 1926), en la cual se narra la historia de los actores, que años después serían represaliados por el franquismo. Junto a piezas de Óscar Domínguez, Juan Ismael, Manolo Millares o Lola Massieu, la muestra contará también con aportaciones de Fernando Álamo, Gonzalo González, Luis Alberto Hernández, Adrián Alemán, Eduardo Martinón o José Abad, entre otros. 
También destacan un elocuente mural con las toponimias afines al franquismo en el callejero de Santa Cruz, de Claudio Marrero, o un panel, de Yolanda Peralta, en el que se recogen versos del emblemático poeta asesinado Domingo López Torres y de diferentes reclusos de los más diversos puntos, como Fyffes, Gando, la cárcel de Las Palmas, la Prisión Provincial de Santa Cruz de Tenerife e, incluso, de algún canario destinado a la Cárcel Modelo de Valencia.

Unos cascos suspendidos en el aire permitirán la libre audición de una carta escrita por un represaliado –a la sazón, compañero de celda de Pedro García Cabrera– dos horas antes de su ejecución, así como fragmentos de la novela Mientras maduran los naranjos, de Cecilia Domínguez Luis, donde da cuenta de la historia de esta carta. El recorrido se completará con instalaciones de Laura Guerardi, Isra Pérez o María Requena, y esculturas de José Darias o María Belén Morales alegóricas a la represión; esta última presentará una pieza de madera y acero que rinde tributo a los presos políticos del Penal de Fyffes, cuya leyenda reza: "en homenaje a aquellos que vivieron momentos de incertidumbre y a los que se fueron en el viaje sin retorno".

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