Conducía esta mañana temprano y, mientras seguía a un pelotón ciclista, escuché una noticia que hablaba sobre una última encuesta realizada en España a ver cómo valorábamos la Constitución. Parece que mayoritariamente los encuestados echaban pestes, hablando claro. Después entrevistaron a un catedrático de Derecho Constitucional que arrojaba luz sobre el tema. Me pareció interesante su disertación porque decía que realmente el problema no estaba en la Constitución, sino en cómo se hacía uso de ella, más o menos flexibles. La nuestra tiene 34 años, dos pequeñas modificaciones y un miedo atroz por parte de nuestros políticos reformarla. En Europa, constituciones como la alemana o francesa han sido reformadas 60 y 20 veces, creo recordar.
¿Dónde ha quedado la laicidad del Estado cuando la Iglesia católica campa a sus anchas como si el país fuera de ella? ¿y el caos de las Comunidades Autónomas que más que autonomías son verdaderos reinos de taifas con poder absolutista? ¿y este absurdo sistema electoral con listas cerradísimas?
¿Seguimos?
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