martes, 6 de diciembre de 2022

ELM STREET

Anoche me acosté a las 20h y le logrado dormir 10 horas de golpe. 10 horas, raro raro. Durante el sueño volví a tener una de esas pesadillas vívidas tan desagradables, en esta ocasión, de lo poco que recuerdo, estaba en el aeropuerto de Nueva York y en mis narices me robaban el móvil -intuyo que mi agobio sería porque en él estaba mi documentación, mi dinero, mi billete de avión, todo-. De la terminal saltaba a no-sé-dónde agobiado porque quería volver al aeropuerto para intentar arreglar mi problema pero nadie me llevaba, gente desconocida. No sé en qué quedó la cosa, pero sí puedo asegurar que era un sueño porque al despertarme estaba en mi cama.
Parece que todo lo que está sucediendo últimamente, la incertidumbre respecto a mi futuro profesional dentro y fuera, mi salud, y esas pequeñas cosas irresolubles que andan como Pepito Grillo susurrándote al oído, se confabula para convertirse en una historia sórdida en mi cabeza que sale de ella cuando estoy en el 7º cielo, que no infierno, espero.
Yo-Yo Ma, *Suit para Violonchelo No1, Bach.

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