De mi socio Juan, ya fallecido, amigo y compadre, heredé otra familia. Sus hijos, su viuda, sus amigos más cercanos que son los míos. Ni el COVID pudo lograr que no siguiera la tradición que nos reúne cada Navidad para celebrar el cumpleaños de sus gemelos, como hicimos ayer. Una tarde de felicidad y buenas vibraciones que, aunque nos veamos poco, menos es nada, al menos una vez al año la reunión está asegurada. Menos es nada.
Lástima que él no pueda disfrutar esas tardes con nosotros.
♫
Rimsky-Korsakov, *Sherezade.
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