Ayer, que tuve varias visitas de obra que me obligaron a conducir un buen rato, tuve la mala suerte de encontrarme un gato muerto en la cuneta y 4 perros abandonados, dos de ellos podencos canarios -supuestamente de cacería-. Qué pena no tener una casa con una gran extensión para recoger todos los perros y gatos abandonados.
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